Sarkozy logra el apoyo de sus colegas europeos frente a Bruselas

Actualizado: viernes, 17 septiembre 2010 0:49


BRUSELAS, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha logrado el apoyo unánime de sus colegas europeos frente a las duras críticas lanzadas por la comisaria de Justicia, Vivian Reding, hacia la política de expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros de territorio francés.

La desafortunada comparación que hizo Reding entre la situación francesa y los acontecimientos vividos durante la Segunda Guerra Mundial cuando el martes anunció su intención de expedientar a Francia, ha permitido al mandatario galo darle la vuelta al debate y acusar a la vicepresidenta de la Comisión de "injuriar, herir y humillar" a Francia.

Sarkozy, además, ha dejado claro que no dará marcha atrás en su política de desmantelamiento de campamentos ilegales, actuación cuya legalidad defendió, e incluso ha llegado a reprochar que la Unión Europea "cierre los ojos" ante las "indignas" condiciones de vida de los campamentos ilegales.

"No se habla así entre socios europeos. Son declaraciones profundamente hirientes y mi deber como jefe de Estado era defender Francia", dijo Sarkozy al término de un Consejo Europeo en el que la agria polémica desatada entre París y Bruselas protagonizó el debate.

Durante el mismo, los 27 se mostraron de acuerdo en que un Estado miembro tiene el derecho y el deber de aplicar su legislación en su territorio en el marco del Estado de Derecho y que, a su vez, la Comisión tiene el derecho y el deber de hacer aplicar las directivas, entre otras la de libre circulación y no discriminación, que son en las que Reding apoya su plan de expedientar a Francia.

Además, los líderes europeos se comprometieron a discutir en profundidad en otro Consejo Europeo los problemas de integración de los gitanos. "Nadie pone en duda los derechos fundamentales, la no discriminación entre los ciudadanos, no hay divergencias de punto de vista en cuanto a la sustancia", relató al término de la reunión el presidente permanente del Consejo, Herman Van Rompuy.

Pero el grado de consenso sobre el fondo del problema no impidió que el ambiente del almuerzo en el que se debatió el asunto se caldeara con la intervención "bastante agresiva" de Sarkozy al dirigirse a Barroso, que intentó en vano evitar que el presidente francés se centrara en las palabras de Reding y no en si las deportaciones de gitanos respetaban o no la legislación europea.

Sarkozy ha negado en público haber gritado a Barroso --"si hay alguien que ha conservado la calma y que se ha abstenido de comentarios excesivos soy yo", ha afirmado-- y Barroso no ha querido aclarar si ha habido tal bronca con Sarkozy, como había descrito el primer ministro búlgaro, Boyko Borissov.

El presidente del Ejecutivo comunitario quiso dejar atrás su supuesto enfrentamiento con Sarkozy y ha reiterado que la CE seguirá cumpliendo su papel de guardián de los Tratados. "Cualquier tipo de discriminación a las minorías étnicas en Europa es inaceptable, el respeto de la dignidad humana es un valor sagrado para la UE", ha indicado.

"Es verdad que en la pasión del debate hemos oído comentarios exagerados. La vicepresidenta de la Comisión lo ha reconocido ella misma. Otros deberían hacer lo mismo. La Comisión podría también quejarse de cierta retórica", ha explicado Barroso, en referencia a los comentarios del secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, cuestionando el papel del Ejecutivo comunitario.

Por su parte, el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha explicado que, tras el debate sobre los gitanos celebrado en durante la cumbre, todos los líderes europeos coinciden en que "las relaciones entre las instituciones europeas y los Estados miembros deben inspirarse en el respeto".

Líderes como la canciller alemana, Angela Merkel, o el primer ministro británico, David Cameron, consideraron "desafortunadas" las palabras de la comisaria, aunque defendieron el papel de la Comisión como guardiana de los Tratados.

ENFRENTAMIENTO CON CAAMAÑO

En la misma línea, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, criticó la "fuerza declarativa" de Reding, de quien recordó el encontronazo con el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, con la responsable de la CE a cuenta de la euroorden de protección de mujeres maltratadas que torpedeó durante la presidencia española de la UE.

Zapatero ha pedido además a Bruselas que no prejuzgue la política de expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros aplicada por París antes de examinar los argumentos aportados por Sarkozy y ha censurado las palabras "absolutamente fuera de lugar" de la vicepresidenta.

"Respetemos los procedimientos. Si la Comisión, que está en el ejercicio de sus competencias, entiende que puede haber vulneración del derecho comunitario, puede abrir un expediente. Lo que no puede es juzgar previamente, eso no lo puede hacer", ha subrayado.

El presidente francés ha hecho un resumen de los "pasos legales" que amparan las decisiones que ha tomado y de "los respaldos judiciales" de estas decisiones, según ha relatado Zapatero.

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