SAN CRISTÓBAL (VENEZUELA), 21 Sep. (Reuters/EP) -
Decenas de venezolanos han bloqueado este viernes algunas calles en la ciudad de San Cristóbal, cerca de la frontera con Colombia, en protesta por una escasez de gasolina que se ha acentuado en la semana, en medio de la aplicación de un nuevo sistema de cobro del combustible en el país.
El gobierno de Nicolás Maduro comenzó a instalar este mes unos dispositivos inalámbricos en estaciones de servicio de frontera que permitirán cobrar, a futuro, un nuevo precio por la gasolina que es actualmente la más barata del mundo.
El método de cobro, que está funcionando en fase de prueba en ciudades fronterizas, se expandirá desde el lunes al resto del país.
"Llevamos desde el martes en la madrugada esperando que llegue una gandola (camión) con gasolina y es inaceptable para nosotros que en un país petrolero estemos mendigando la gasolina", ha dicho María Auxiliadora Prato, una conductora de 68 años que colocó su vehículo para ayudar a bloquear una de las principales avenidas.
Algunos de los manifestantes han colocado ramas, botellas, neumáticos y bolsas de basura en las vías después de que la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) haya ordenado a los presentes que despejen la zona.
"Nos toca tener la almohada dentro del carro para dormir durante tres días de espera en las colas por 40 litros de gasolina", ha sostenido César Méndez, otro de los conductores que se sumó a las protestas.
Las fallas en el suministro de gasolina en el estado Táchira, que se han repetido de manera intermitente este año en medio del pobre desempeño de las refinerías venezolanas, llegan justo después de que el presidente anunciara un inminente aumento del combustible como parte de su programa de recuperación económica.
El Gobierno ha prometido otorgar un subsidio a los conductores que tramiten la solicitud del llamado carné de la patria, que otorga su administración, una vez que se aplique el nuevo precio de la gasolina en las próximas semanas.
Los opositores de Maduro aseguran que la escasez de gasolina es culpa de una ineficiente y corrupta gestión de la industria estatal petrolera, que controla la producción en un país con las reservas de crudo más grandes del mundo.
"Táchira sin gasolina, gracias al fracaso del comunismo", ha escrito Franklyn Duarte, diputado opositor por esa región fronteriza, en su cuenta en la red social Twitter
