Verificar a los 1,4 millones de refugiados en Uganda, una tarea titánica pero necesaria

Refugiados en Uganda esperan a ser verificados por ACNUR
ACNUR/MICHELE SIBILONI 
Actualizado: domingo, 8 abril 2018 9:57

El proceso contempla tomar las huellas y escanear el iris de todos los refugiados para evitar duplicidades en el registro

MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -

En Uganda hay 1,4 millones de refugiados, o al menos esa es la estimación oficial. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) se encuentra inmerso, junto con el Gobierno ugandés, en la titánica labor de verificar a todos los refugiados que se encuentran en Uganda con el fin de garantizar que la ayuda llega a quienes la necesitan y no es desviada.

Uganda es uno de los países con la política de refugiados más progresista del mundo. Aquellos que buscan refugio en su suelo reciben inmediatamente una parcela de terreno en la que instalarse y en la que poder cultivar, además de tener derecho a educación o a trabajar, algo impensable en otros países que acogen igualmente a refugiados.

Sin embargo, dicha política de puertas abiertas se vio empañada el pasado mes de febrero cuando el Gobierno se vio obligado a apartar a varios altos cargos, incluido el máximo responsable en materia de refugiados, por haber presuntamente inflado las listas de los que acoge el país y haber robado parte de la ayuda destinada a estos.

Según se denunció en su momento, el comisario para refugiados de la oficina del primer ministro, Apollo Kazungu, así como tres responsables destinados en Mbarara, en el suroeste de Uganda, habrían procedido a elaborar registros para el reparto de alimentos y dinero que incluía a refugiados "fantasma".

El escándalo salpicó a las agencias de la ONU, puesto que dichos listados irregulares eran remitidos al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), quien a su vez se los trasladaba al Programa Mundial de Alimentos (PMA) para que procediera al reparto de la ayuda. Dado el cariz de la denuncia, ACNUR advirtió de que sus donantes congelarían los fondos hasta que se aclarara el asunto.

Ante esta tesitura, el Gobierno ugandés, que hasta ahora llevaba a cabo el registro de todos los refugiados que llegaban a su territorio, pidió a ACNUR su ayuda para proceder a verificar su listado mediante el uso de herramientas biométricas. "Se trata del mayor ejercicio de verificación biométrica realizado por ACNUR en África", destaca la portavoz de la agencia de la ONU en el país, Duniya Aslam Khan, en declaraciones a Europa Press.

El proceso de verificación es muy importante ya que "garantizará que los refugiados y solicitantes de asilo están incluidos de forma precisa en el sistema de registro" pero también porque ofrecerá al Gobierno ugandés "datos precisos" con los que poder elaborar sus políticas y destinar fondos adecuados para atender las necesidades de los mismos, explica la portavoz.

LOS RECURSOS LLEGARÁN A LOS REFUGIADOS

"Permitirá garantizar que los recursos y los servicios llegan a sus destinatarios previstos", insiste, algo fundamental en contextos humanitarios como el de los cientos de miles de refugiados que viven en Uganda, en su mayoría sursudaneses, y que dependen en gran medida de la asistencia que reciben de las agencias de la ONU y las ONG.

El proceso de verificación contempla en primer lugar cotejar los documentos emitidos por el Gobierno ugandés a los refugiados con el listado oficial, en el que se incluye información sobre el número de miembros de la familia e integrantes, y una vez hecho esto se procede tomar las huellas dactilares y a escanear el iris, tras lo cual se realizan fotografías. Una vez hecho esto, las familias reciben una prueba de verificación y una cartilla de racionamiento que les permite recibir los alimentos que distribuye el PMA.

Asimismo, se han creado "mostradores de litigio" a los que pueden acudir aquellos que tengan problemas durante el proceso de verificación, en general los casos de familias con nuevos miembros que no figuraban en el registro oficial.

"Aunque ACNUR está ofreciendo asistencia técnica, el personal de la oficina del primer ministro está asumiendo los tareas clave, incluido apoyo a la hora de resolver los casos relacionados con el registro de los recién nacidos", aclara Khan.

EVITAR DUPLICIDADES MEDIANTE DATOS BIOMÉTRICOS

Mediante los datos biométricos se garantiza que cada refugiado es único y que podrá identificarse sin problemas en los puntos de distribución. "Estas herramientas ayudan a eliminar la duplicidad o el reciclaje, dos fenómenos que son corrientes en las situaciones de refugiados a nivel mundial", resalta el representante de ACNUR en Uganda, Bornwell Kantande.

El proceso arrancó el pasado 1 de marzo en Oruchinga. Aquí, durante una semana se consiguió verificar a los 6.979 refugiados que residen en este asentamiento. Actualmente, está transcurriendo sin problemas en Nakivale, donde se estima que residen unos 107.000 refugiados. Hasta el momento, según los datos publicados en una web creada por ACNUR para hacer seguimiento del proceso, se ha verificado la identidad de 36.000 refugiados.

"En abril, el ejercicio se extenderá a los asentamientos de refugiados en el norte, empezando por el distrito de Yumbe, comenzando por dos asentamientos de manera inicial, y luego pasará a Bidibidi y otros asentamientos", precisa la portavoz. Bidibidi es uno de los mayores campos a nivel mundial, con más de 200.000 refugiados. El proceso debería estar completado para septiembre.

Actualmente, según las últimas cifras de ACNUR, en Uganda residen 1,44 millones de refugiados, de los que algo más de un millón proceden de Sudán del Sur, la mayoría de los cuales llegaron tras recrudecerse el conflicto en el verano de 2016, mientras que 276.000 son originarios de República Democrática del Congo (RDC). Las llegadas de este último país han aumentado este año ante una nueva ola de violencia en Ituri.

Además, hay 40.000 burundeses refugiados en Uganda y unos 37.000 somalíes. Según ACNUR, el 60 por ciento del total de refugiados en el país son menores de edad.