TEGUCIGALPA, 1 Nov. (Reuters/EP) -
El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, aseguró este sábado que, según el acuerdo alcanzado con el Gobierno 'de facto', el próximo jueves vence el plazo máximo para que el Congreso hondureño vote sobre su restitución en el cargo.
"Será un día de fiesta o un día de luto", dijo Zelaya en referencia al jueves, durante un mensaje transmitido por radio.
El Congreso se encuentra en receso mientras los diputados hacen campaña para las elecciones presidenciales del 29 de noviembre, lo que llevó a uno de los negociadores del presidente de facto, Roberto Micheletti, a decir que una votación sobre la restitución de Zelaya debería esperar hasta después de los comicios.
El diputado zelayista Javier Hall Polio afirmó en declaraciones a Reuters que están en Tegucigalpa todos los congresistas leales a Zelaya y que, si el Congreso no se ha reuniedo el lunes a las 14.00 hora local (21.00, hora peninsular española), van a convocar una sesión extraordinaria, tal como les permite el propio reglamento de la Cámara.
La resistencia al acuerdo político alcanzado el jueves por la noche sigue siendo evidente entre quienes apoyaron el golpe de Estado del 28 de junio. El diputado Juan Ramón Velásquez, del partido Demócrata Cristiano, agrupación aliada de Micheletti, no cree que se restituya a Zelaya. "Lo que se hizo, se hizo bien", dijo Velásquez, refiriéndose a la destitución del mandatario.
La diputada Carolina Echeverría, integrada en el órgano de dirección del Congreso y partidaria de Zelaya, no es optimista porque cree que no hay voluntad política de los partidarios del Gobierno 'de facto' para una solución. "Las cosas no creemos que se den como hubiéramos esperado", indicó la diputada por teléfono.
Echeverría explicó que, para que el Congreso pueda reunirse, se necesita la mitad más uno de los diputados, una participación que no tiene ninguno de los grupos políticos por sí mismo.
La llave parece tenerla el opositor Partido Nacional, cuyo candidato presidencial Porfirio Lobo encabeza las encuestas. "Su participación es vital", dijo Hall Polio, en referencia a los 55 diputados nacionalistas.
En el Congreso unicameral, de 128 miembros, el Partido Liberal, que integran tanto Zelaya como Micheletti, tiene 62 diputados, pero divididos en dos corrientes.
También tendrá su peso el dictamen de la Corte Suprema, cuya composición no ha cambiado y que hasta ahora ha sostenido que el derrocado mandatario no puede ser restituido y que el golpe fue conforme a la ley. Su opinión, necesaria antes de la votación en el Congreso según el acuerdo político, no es vinculante.
Un funcionario de la Corte Suprema de Justicia, que pidió que no se mencionara su nombre adelantó a Reuters que "la posición será la misma".
Para los partidarios de Zelaya hay pocas dudas de que los plazos son ajustados. "Si no hay restitución del presidente Zelaya en los siguientes 10 días entra en crisis el proceso electoral. La resistencia popular no va aceptar que se siga prorrogando la restitución del presidente Zelaya", explicó Marvin Ponce, diputado del Partido de Unificación Democrática.
