MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Los líderes latinoamericanos se han pronunciado en contra de una eventual intervención militar en Siria, en medio de los crecientes rumores sobre la posibilidad de que Estados Unidos y sus aliados respondan de esta forma al supuesto uso de armas químicas por parte del régimen de Bashar al Assad.

   El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha rechazado "de manera firme y categórica cualquier pretensión de las potencias imperialistas de intervenir militarmente en territorio sirio, usando como excusa el ataque con armas químicas perpetrado el 21 de agosto, de origen hasta ahora desconocido".

   "En los acontecimientos de los últimos días se observan todos los elementos propios de los guiones imperiales para invadir países, sojuzgar a los pueblos y pisotear su dignidad, dejando tras si toda una estela de destrucción y muerte", ha dicho.

   Maduro ha alertado de que, "para justificar su acto de barbarie, Estados Unidos con sus aliados están acusando al Gobierno Sirio sin ningún tipo de evidencias, y sin esperar el informe concluyente de la comisión de investigación de Naciones Unidas", al respecto.

   Además, ha denunciado que "los países de la OTAN han armado y adiestrado escuadrones terroristas en Siria, con la finalidad de intervenir y mantener el control del país, lo que ha llevado a una guerra de conquista y destrucción del pueblo sirio, que es baluarte histórico de la civilización y bastión de la estabilidad de la región árabe".

   Así, ha considerado que "las amenazas de Estados Unidos y sus aliados hacia Siria repiten el mismo patrón de mentiras y manipulaciones utilizado contra Irak, Libia y Egipto, que sólo persigue controlar la riqueza petrolera de la región y expandir los mercados occidentales".

   "El Gobierno de Venezuela responsabiliza a las fuerzas imperiales de colocar el mundo entero a las puertas de una guerra desastrosa de consecuencias incalculables para la humanidad", ha concluido, reiterando los "profundos lazos de amistad que lo unen con Siria".

   En la misma línea se ha expresado su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa. "Ratifico la vocación pacifista de nuestro país y el rechazo de cualquier injerencia, más aún militar, en el problema sirio", ha dicho, en una rueda de prensa celebrada en la ciudad de Guayaquil.

   El ministro de Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, ha revelado que a su Gobierno "le preocupa enormemente que pueda haber una intervención militar" contra el régimen de Al Assad, ya que "tiene legitimidad democrática".

ACCIÓN REGIONAL

   "Condenamos no aceptamos lo que está pasando en Siria, ojalá en la reunión de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) podamos sacar un documento repudiando esa intervención del Gobierno de Estados Unidos', ha dicho, por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales.

   El líder indígena ha alertado de que "Estados Unidos pretende intervenir en Siria con un discurso humanitario", pero "lo que realmente quiere es control geopolítico y de los recursos naturales". "Eso hicieron en Libia. Quiero que sepan que ahora el petróleo libio es de los norteamericanos y de algunos europeos", ha señalado.

   Morales ha considerado que Estados Unidos está promoviendo estas intervenciones militares en la región "porque ha decidido que el reparto imperial que hizo con Reino Unido y Francia en 1916 ya no sirve, ha caducado, por lo que hay que hacer otro".

FRACASO DE LA ONU

   Por su parte, Argentina, que ejerce la Presidencia 'pro témpore' del Consejo de Seguridad, máximo órgano ejecutivo de Naciones Unidas, ha advertido de que una intervención militar en Siria supondría una derrota del sistema multilateral" por lo que ha hecho un llamamiento a "no sumar nuevo horrores".

   "La intervención militar extranjera en forma de respuesta automática a la utilización de armas químicas sin siquiera esperar a que Naciones Unidas determine si se utilizaron y quién, implica una derrota del sistema multilateral y un menosprecio a su sistema legal", ha dicho el Ministerio de Exteriores en un comunicado.

   Argentina ha argumentado que "no están dadas las condiciones para una solución militar extranjera, ya que, a pesar del tiempo transcurrido y de las cientos de miles de víctimas, no se han puesto en práctica los mecanismos previstos en el Derecho Internacional".

    "Consideramos que las operaciones militares extranjeras no harían otra cosa que agravar la situación, aumentarán las víctimas y el riesgo de derrame de la tragedia humanitaria a otros países de la región se acrecentará. No sumemos nuevos horrores a los que ya sufrimos", ha dicho.

   Si bien, ha advertido de que "no permitirá que Naciones Unidas acepte resignarse a observar cómo se masacran civiles con armas químicas". "La gravedad de la situación debe admitir la posibilidad de una intervención humanitaria sin fines ni medios militares", ha propuesto, añadiendo que, si se veta en el Consejo de Seguridad, la Asamblea General actúe.

   Además, ha llamado la atención sobre "la provisión de armamento a las partes en conflicto" que "ha contribuido a multiplicar la sangre derramada por cientos de miles de inocentes". "No se puede seguir proveyendo de armas a las zonas en conflicto y luego sentarse para lamentar que hay muertos", ha considerado.

VIOLACIÓN DE LA CARTA DE LA ONU

   El nuevo ministro de Exteriores de Brasil, Luiz Alberto Figuereido, ha advertido de que una intervención militar en Siria sin el visto bueno de la organización internacional supondrá una violación de la Carta de Naciones Unidas.

   "La posición Brasil es, y siempre fue, considerar una intervención armada que no sea hecha al abrigo de una resolución del Consejo de Seguridad como una violación del Derecho Internacional y de la Carta de Naciones Unidas", ha dicho, según el diario 'O Estado de Sao Paulo'.

   Figueiredo ha subrayado en que el uso de armas químicas en el conflicto sirio es "intolerable", pero ha insistido en que la comunidad internacional debe esperar a conocer los resultados de la investigación de la ONU para tomar decisiones al respecto.

ESCALADA DE TENSIÓN

   Debido al bloqueo en el Consejo de Seguridad, máximo órgano ejecutivo de Naciones Unidas, Estados Unidos y sus aliados han comenzado a plantearse la posibilidad de intervenir militarmente en Siria sin el visto bueno de la organización internacional.

   Fuentes del Gobierno estadounidense han aseverado a la cadena NBC que  la acción militar contra Siria sería inminente. Al parecer, iría dirigida contra objetivos concretos, por lo que apenas duraría tres días. Su finalidad sería enviar un mensaje al régimen de Al Assad.

   En respuesta a estos rumores, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha aclarado que "todavía" no ha tomado una decisión sobre la intervención militar en Siria, subrayando que no está interesado en "un conflicto abierto" en la región.

   Reino Unido --principal aliado de la Casa Blanca en este asunto-- ya ha descartado su participación en una eventual intervención militar en Siria porque la Cámara de los Comunes ha rechazado hoy --con una mayoría de 13 votos-- la propuesta del Gobierno en este sentido.

ATAQUE QUÍMICO

   Las alarmas saltaron el pasado 21 de agosto, cuando las tropas gubernamentales lanzaron un ataque químico sobre Damasco dejando cientos de muertos y miles de afectado, según han denunciado activistas y opositores.

   Este supuesto ataque químico ha activado el engranaje de la política internacional permitiendo que, tras meses de espera, finalmente un grupo de expertos de Naciones Unidas llegara a Siria para investigar estas denuncias sobre el terreno.

   El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha pedido calma a la comunidad internacional para permitir que los inspectores completen su trabajo. Se espera que el grupo de expertos abandone territorio sirio este sábado por la mañana.