Conversaciones revelan que Sepúlveda y el alcalde de Sevilla la Nueva estaban "acojonaditos" tras dimitir Panero

Actualizado: miércoles, 7 octubre 2009 17:03

MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

El ex alcalde de Pozuelo de Alarcón, Jesús Sepúlveda, y el regidor de Sevilla La Nueva, Mario Utrilla, estaban "acojonaditos" tras presentar la dimisión en febrero de Arturo González Panero como primer edil de Boadilla del Monte, al conocerse que estaba relacionado con el caso Gürtel.

Así lo revela en una de las conversaciones incluidas en la parte conocida del sumario del caso Gürtel. Una persona llamada Carlos o Charlie y que afirma trabajar en el Ayuntamiento de Pozuelo comenta por teléfono el 20 de febrero de este año al ex vicepresidente de Infancia Sin Fronteras, Miguel Ángel Gisbert, que tras la dimisión de Panero teme que "le metan también mano al Ayuntamiento de Pozuelo".

"Dice mi mujer, tío, que parece que se rumorea por el Ayuntamiento de Pozuelo que como 'El Mundo' publique una información que tiene este termina en la cárcel (...) Te lo juro, están acojonados. En Pozuelo están que ni tiritan. ¿Tú sabes la revolución que ha habido el día que detuvieron al de Boadilla y todo", añadió.

Más adelante, afirmó que al alcalde de Sevilla La Nueva "parece ser que le tiemblan las piernas cada vez que anda". En ese momento, Gisbert le interrumpe: "ése ya no me extrañaría, ése sí que está metido, que ya cuando empezamos nosotros a las relaciones y todo eso, a mí me llegó un informe precisamente del Mario Utrilla de que estaba metido hasta las cejas en alguna movida que iba a saltar, pero por Majadahonda o por ahí".

Por otro lado, Charlie acusa a Sepúlveda de vivir de arrendamiento y no pagar alquiler. "Cuando estaban haciendo una finca (el ex alcalde) le dijo al constructor que quería una casa y el constructor le dijo que no. Y paró, y estuvo la obra parada casi nueve meses", indicó.

En la conversación transcrita en la sentencia, también se queja que llegaron al Ayuntamiento dos altos cargos de confianza, "una mujer que cincuenta y pico años que viene de Génova directa y otra de no sé donde que también", que cobran por trabajar de 8 a 15 horas que cobran "4.000 eurillos" al mes.

Entonces, Gisbert, el mismo que en otra conversación grabada se jactaba de utilizar la ONG que fundó como "una tapadera para hacer negocios privados", se quejó de la situación antes mencionada: "Cuando está la gente pasando hambre y pasando más calamidades y las hipotecas que no pueden pagar la gente esta hija de puta de cacería, tiene cojones, tiene cojones(...), pero no hagamos mala sangre", dijo.