Empresarios de la calle José Abascal denuncian el acoso de las mafias rumanas que asaltan en los semáforos

Actualizado: sábado, 18 julio 2009 12:49

Exigen mayor presencia policial en la zona ante la proliferación de pequeños robos

MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

Empresarios de la calle José Abascal de la capital denunciaron hoy el acoso constante que sufren a manos de las mafias rumanas organizadas que asaltan a los transeúntes y a los conductores que paran en los semáforos de esta concurrida avenida, una de las que más se colapsa en la ciudad por la gran afluencia de tráfico que registra a diario.

La mayoría de los rumanos, de etnia gitana, que roban al descuido en esta calle son menores y mujeres. Las chicas se apostan en los semáforos para limpiar los parabrisas o vender pañuelos. En ocasiones, aprovechan el despiste de los conductores para abrir los coches por la puerta del copiloto y coger lo que puedan. Otras veces, se dedican a golpear o a escupir los coches si sus dueños no les dan dinero.

Los menores centran su actuación en las personas que se encuentran en las terrazas de la calle. Su 'modus operandi' consiste en acercarse a la mesa con un periódico en la mano y con la otra coger las monedas de propina. Así, los clientes les abroncan, momento en que el menor aprovecha para dejar el periódico sobre un teléfono móvil o cartera y robarlo.

Uno de los socios de la Sala Moma 56, que cuenta con una discoteca y dos restaurantes en esta calle, sufrió hace unas semanas un robo de este tipo. Otro de los dueños fue víctima de los insultos recibidos por un grupo de mujeres al reprenderlas por su actuación delictiva en los semáforos. Se quejan de que el negocio se resiente por el asedio de estos pequeños delincuentes a los vecinos y no vecinos de la zona.

MAFIA ORGANIZADA

"En esta calle, se concentran hasta veinte rumanos. Llamamos a la Policía todos los días. Nos dicen que no pueden hacer nada", se lamentó uno de ellos, quien sostuvo que el grupo opera como una auténtica mafia organizada. "Uno vigila si viene la Policía. Otro se dedica a recaudar el dinero, saliendo a una media diaria de 20 euros por persona, y el resto se dedica a asaltar", contó. "Trabajan ocho horas, como una jornada laboral", bromeó.

La presencia de los rumanos en esta calle viene de lejos. Los vecinos llevan años denunciando el asedio de estos grupos. Pero la actuación de la Policía está limitada porque la mayoría de los robos los cometen los menores, instruidos por sus propios padres al no poder responder ante la Ley. Si les detienen, les llevan al Grupo de Menores de la Policía. Pero les sueltan al momento. Y regresan al lugar para delinquir de nuevo.

En el caso de los adultos, para que sea hurto el valor de lo robado tiene que ser por lo menos de 400 euros. Por esta razón, los agentes no llegan en la mayoría de los casos ni a detenerlos. Tan sólo les quitan los objetos robados. "Al minuto, se hacen con un nuevo botín", denuncia otro de los empresarios.

PASIVIDAD

El colectivo se quejó de la "pasividad" y "dejadez" de las administraciones para resolver este problema. Creen que se solucionaría con mayor presencia policial en la calle, al igual que ocurre en el Barrio de Salamanca. "No se puede permitir que en calles en las que se pagan impuestos muy altos ocurran estas cosas. En Serrano, esto no pasa", denunció uno de los afectados.

Las víctimas de este grupo de rumanos estudian dirigirse a la Junta de Chamberí para exigir que se tomen medidas para acabar de una vez por todas con esta situación. "La administración a la que competa este problema debe tomar cartas en el asunto", aseveró otro de los damnificados.

-. Firma: AMAI .-