El falso cura de Bárcenas sufre una crisis al grito "estas voces no me dejan en paz"

Actualizado: miércoles, 9 abril 2014 10:15
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MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El juicio que se celebra este miércoles en la Audiencia Provincial de Madrid sobre el caso del falso cura de Luis Bárcenas, que entró en su domicilio en octubre y presuntamente retuvo a la mujer y la criada con un arma, ha tenido que ser suspendido a los diez minutos de empezar después de que el encausado, Enrique O.G., haya sufrido una aparente crisis nerviosa y haya empezado a gritar: "Condénenme a lo que quieran, firmo lo que sea; estas voces no me dejan en paz, lárgense de mi cabeza".

   La vista oral ha comenzado alrededor de las 11 horas. Tras la lectura de una resolución judicial en la que el tribunal niega a los medios de comunicación retransmitir audiovisualmente el juicio, ha declarado, a preguntas del fiscal, el encausado en aparente buen aspecto físico y psíquico.

   De esta forma, se ha confesado "culpable con reparos" y ha relatado que acudió al domicilio de Bárcenas ese día, y que localizó el piso correctamente porque "todos los medios de comunicación sabían dónde estaba".

   "Le dije que era el padre Enrique. Iba vestido de negro con un alzacuellos, en apariencia como un cura. Dije una mentira, que iba de parte del obispado para hacer una averiguación y me permitieron subir, a si que usted se equivocó cuando me dicho que era allanamiento de morada", le ha espetado al fiscal.

   Asimismo, Enrique O.C, ha manifestado que le abrió la puerta de la calle la criada y que la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, "le invitó a entrar". "Le dije que iban a tratar el tema de la posible libertad de su marido. Accedí al salón y me senté con ella. No había más personas en el salón", ha indicado.

   Tras la siguiente pregunta, el falso cura de Bárcenas ha amonestado al fiscal y le he pedido que "pregunte lo que quiera", pero que él "le responderá lo que quiera". A continuación, le ha advertido que haga las preguntas para que él conteste sí o no.

   "Yo no me acuerdo de muchas cosas ahora y mi cabeza está en una nebulosa. Tengo la cabeza alta y el corazón limpio", ha aseverado con el procesado, con una pequeña pausa entre ambas frases y con un tono más elevado que anteriormente.

   En ese momento, el acusado ha sido interrumpido por el juez, que le ha advertido que no debe dar indicaciones al fiscal. Tras ese rapapolvo, el falso cura ha entrado en una crisis nerviosa y ha pedido agua, que le ha sido dado para tomar una pastilla.

   "Sabe lo que le digo, que me condenen a lo que quieran. Firmo 20 años o lo que quieran. Estas voces no me dejan en paz. Por favor, no quiero oírlas más, lárgense de mi cabeza, déjenme en paz, por favor. Estas voces no me dejan en paz, fuera de mi cabeza", ha repetido gritando en varias ocasiones.

   Por todo ello, el juez ha decidido suspender temporalmente el juicio y desalojar la sala. Minutos después, han acudido varios médicos a tratar al procesado que, según el escrito fiscal, padece un trastorno de la personalidad de rasgos paranoides narcisistas y antisociales, por lo que sus facultades cognoscitivas y volitivas en relación con los hechos que se juzgan se hallan afectadas, al menos de forma moderada.