Medio centenar de personas se concentran frente a la Embajada de Cuba en Madrid en apoyo a las Damas de Blanco

Actualizado: domingo, 28 marzo 2010 15:05

MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

Más de 50 personas se concentraron de forma silenciosa hoy en Madrid a las puertas de la Embajada cubana para ofrecer su apoyo a las Damas de Blanco, los presos políticos que hay en Cuba y la libertad de Cuba. Reclaman que se siga luchando y un mayor apoyo de la Comunidad Internacional.

En declaraciones a Europa Press Televisión, Elena Larrinaga, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Cubanas, Elena Larrinaga, explicó que con este evento quisieron "llevar a cabo una manifestación silenciosa para seguir el ejemplo de las Damas de Blanco- Éstas llevan una semana concentrándose para conmemorar el aniversario de 'La Primavera Negra', en la que fallecieron 73 personas por disentir con el régimen castrista.

Para Larrinaga el gobierno de Castro está "caduco, oscurecido, oculto, sin futuro" y reclamó la importancia del apoyo internacional. De la misma opinión se mostró una de las representantes de las Damas de Blanco en España, Blanca Reyes, que consideró que el Gobierno español mantiene "una posición muy floja y muy discordante con la realidad cubana".

Entre los asistentes que quisieron apoyar la concentración se encontraba María Elena Cruz, poeta cubana que ha vivido en primera persona la represión del régimen de Castro por ser una precursora de la lucha de los intelectuales en la calle. "Hicieron mítines de repudio, instaron a las turbas a que me agredieran, entraron en mi casa, me golpearon a mí y golpearon a mis hijos" denunció Cruz.

Tanto María Elena Cruz como las representantes de las Damas de Blanco coinciden en que el gobierno cubano tiene miedo, y según denunció Cruz "la guarda anda con armas largas" en las calles del país latino.

La mayor esperanza es un país cubano en el que "exista libertad y democracia" afirmó Jesús Carrasco, ex-presidente del Centro Cubano de España. Carrasco denunció que la embajada intenta "acallar" sus voces con altavoces y con una cámara de vídeo escondida desde una de las ventanas del edificio.