Una orientadora del colegio de Getafe investigado por maltrato a un menor autista niega el uso de correas en el centro

Autismo
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Publicado: miércoles, 12 septiembre 2018 14:19

La auxiliar que acompañaba al menor en el patio se niega a identificar a los otros monitores al no sentirse segura

MADRID, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -

Una orientadora educativa del colegio público de Educación Especial Santiago Ramón y Cajal de Getafe, investigado por supuesto maltrato a un niño con autismo, ha negado este miércoles ante el juez que instruye el caso que el centro use cinchas --correas-- para atar a los menores, tal y como denunciaron dos madres del colegio, han informado a Europa Press fuentes jurídicas.

El juez de Instrucción número 1 de Getafe ha escuchado el relato de esta testigo, que coincide con lo manifestado por la directora del colegio cuando compareció por esta causa penal.

Se investiga a tres trabajadoras del colegio por un presunto delito de acoso y trato degradante así como uno de lesiones psicológicas a un escolar de 8 años con un trastorno de autismo. Tras la denuncia de los padres del menor afectado, el juez llamó a declarar como investigadas a la tutora del menor, a otra profesora de apoyo y a una auxiliar de enfermería del centro.

En su comparecencia, según las mismas fuentes, la orientadora educativa ha asegurado que no se usa como método las cinchas o correas y ha hablado de los protocolos que se llevan a cabo con carácter general y, en concreto, sobre el que se llevó con la víctima.

Al respecto, ha comentado que el colegio programó que el niño supuestamente maltratado pasara "tiempo fuera de clase", pero no en la sala de relajación conocida como 'sala blanca'.

También ha comparecido esta mañana como investigada la auxiliar cuya voz salía en las grabaciones de los audios y que solía acompañar a la víctima en el patio y el comedor.

A pesar de que se ha negado a contestar a las preguntas de la acusación particular, el abogado de esta parte ha hecho constar en acta una pregunta para que identificara a los otros monitores que se encontraban con ella cuando sucedieron los hechos objeto de la denuncia.

Ya a preguntas de su defensa, la trabajadora ha afirmado que no se sentía "segura" para poder identificar al resto de monitores cuyas voces también aparecían en las grabaciones aportadas al instructor.

Entre las últimas diligencias, al colegio se le ha reclamado un listado con los nombres de los trabajadores al objeto de identificar a las personas que acompañaban a la auxiliar en el patio u otros lugares donde se produjeron los hechos.

Asimismo, el centro tiene pendiente emitir un informe que le reclamó el juez sobre si respetó la Convención sobre los Derechos del Niño y el informe del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU en la educación recibida por el menor autista.

DENUNCIA DE LOS PADRES

La denuncia recogía que los padres empezaron a notar un "cambio brusco" en el comportamiento de su hijo, que estaba siendo tratado con seguimiento por parte de un médico psiquiatra del Hospital Gregorio Marañón.

El niño presentaba crisis de ansiedad y gritaba reiteradamente frases como "no me pinches" o "no me saques fuera". Esta ansiedad y los trastornos de conducta, según la denuncia, "no parecía obedecer a una causa cierta" y pese a que, como señalan los padres, comunicaron la situación al colegio, en el cuaderno de comunicación diaria no había nunca referencia a lo vivido por el menor en el aula.

Ante esto, decidieron colocarle un pequeño dispositivo localizador/grabador en su ropa con el fin de detectar quién o qué le estaba causando esos daños, y así lo hicieron durante cuatro días en noviembre.

Tras escuchar las grabaciones, comprobaron que los profesores se dirigen a él continuamente "en tono desafiante, amenazador, despectivo, degradante y muchas veces jocoso, que le estaba ocasionando las alteraciones de conducta, al no poder canalizarlas un niño autista de otro modo".

En dichas grabaciones, se escucha a una trabajadora, en tono alterado, que no deja levantarse al niño porque no ha terminado o al menor diciendo que va a estar bien, o que le suelte porque le "da miedo". "No me asustes", llega a decir el niño, mientras la trabajadora le dice "que te aguante tu tía".

También se escucha a la profesor o monitor riéndose de él por su forma de hablar o amenazando con pincharle en el culo si se porta mal o con echarle agua encima. También le llegan a decir que es "más vago que la chaqueta de un guardia" o se burlan de él diciéndole que es "muy listo".

Las grabaciones fueron puestas en conocimiento del juez, que junto a la Fiscalía procedió a convalidarlas y en el marco de las diligencias abiertas, comenzó a realizar los interrogatorios en la causa, que permanece abierta.

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