Uno asegura que estaba dando una charla de espeleología, otro cuidando a su abuelo y un tercero presentando a su novia a su familia
MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los cuatro jóvenes que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional acusados de quemar maquinaria perteneciente al Ayuntamiento de Markina (Vizcaya) por un valor de 37.719 euros en marzo de 2006 negaron hoy su participación en los hechos e incluso aseguraron que la noche de los hechos no se encontraban en dicha localidad.
Durante el juicio, que quedó hoy visto para sentencia, el fiscal Pedro Martínez mantuvo su petición de cinco años de cárcel para cada uno de los acusados --Estebe Gandiaga, Borja Oregui, Unai Areguistan y Mikel Onko--, a los que acusa de un delito de daños terroristas, al que añadió el agravante de disfraz.
La acusación se basa fundamentalmente en la declaración de Gandiaga en sede policial, quien, tras ser detenido por otros hechos, confesó su participación en los daños en Markina, implicó a sus otros tres compañeros y aseguró que el responsable era Onko.
Gandiaga --que fue condenado el pasado mes de octubre junto a Borja Oregui y otros seis jóvenes más a seis años de prisión por integración en SEGI-- negó esta mañana su participación en los hechos y aseguró que la declaración policial la efectuó bajo "torturas". Según el acusado, esa noche se encontraba en Bilbao con su entonces novia y su prima.
El resto de acusados también dijo que el 8 de marzo de 2006 estaba fuera de Markina. En concreto, Borja Oregui explicó que estaba en Ondarroa cuidando de su abuelo y de sus primas; Unai Areguistán aseguró que se encontraba en Escoriaza dando una charla sobre espeleología en una taberna y Mikel Onko relató que había ido a Pamplona para presentar a su novia a su familia.
GANDIAGA NARRÓ LOS HECHOS "CON BASTANTE DETALLE"
En el juicio testificaron los familiares y las parejas de los acusados, que corroboraron las declaraciones de los cuatro acusados. También declararon dos ertzainas y el policía que instruyó las diligencias, quien explicó que, en su declaración, Gandiaga confesó los hechos, que "narró con bastante detalle" y reveló la identidad de las personas que le acompañaban.
Según el escrito del Ministerio Público, los cuatro acusados penetraron en las dependencias del depósito municipal del Ayuntamiento y rociaron con gasolina una máquina hidrolimpiadora marca 'Falch' que resultó totalmente destruida.
Posteriormente prendieron un remolque de transporte de mercancías que sufrió daños parciales y volcaron botes de pintura sobre una furgoneta y dos máquinas barredoras. Los acusados dejaron en las paredes una pintada con la leyenda 'no se puede callar la palabra del pueblo; caña al autoritarismo'.
