(Amp)Agua.-PP y CiU piden la dimisión del consejero catalán de Medio Ambiente, que asegura que ni le cesarán ni dimitirá

Actualizado: miércoles, 4 junio 2008 16:45

BARCELONA, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los grupos de CiU y PP del Parlamento catalán pidieron hoy finalmente la dimisión del consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar, por su gestión de la sequía, petición que fue rechazada tajantemente por él, que aseguró que ni dimitirá ni le cesarán.

En una interpelación parlamentaria, Ramon Espadaler (CiU) le reclamó irse "por dignidad", sobre todo teniendo en cuenta que el presidente de la Generalitat, José Montilla, no lo cesará porque "le es extraordinariamente útil" defendiendo las diferentes opciones que ha escogido el Gobierno catalán en cada momento.

Como respuesta a las peticiones de CiU y del diputado del PP Santi Rodríguez, Baltasar exclamó: "Sabe perfectamente que ni dimitiré ni seré cesado".

El agua volvió a ser la protagonista de la primera parte del pleno del Parlamento, con dos interpelaciones consecutivas a cargo de CiU y de PP. Espadaler lamentó que lo "único" que ha preocupado al consejero Baltasar y al Gobierno catalán durante toda la crisis haya sido la "supervivencia" del Ejecutivo, pero, una vez superada la situación, aseguró que dimitir es un acto "de coherencia que le honraría".

El diputado de CiU y el consejero se enzarzaron en una agria discusión en que se acusaron de incoherencias. Baltasar reprochó a la federación que haya tenido "cuatro posiciones diferentes" sobre la interconexión, poniendo como ejemplo la postura de los cargos municipales, de los diputados en el Congreso --que se abstuvieron-- y la de la dirección.

"CiU NO HA ESTADO A LA ALTURA".

Además, aseguró que CiU "no ha estado a la altura" de las circunstancias porque, tras pedir una cumbre con el presidente catalán, José Montilla, los resultados fueron "cero". "Estaban mucho más interesados en intentar trasladar sobre este Gobierno catalán una herencia terrible que habían dejado en materia de agua", aseguró.

También le reprochó que ahora critiquen la llegada de barcos a Barcelona transportando agua después de apoyar la medida, añadiendo que "estos movimientos de cintura son preocupantes".

Y es que tanto Espadaler como Santi Rodríguez (PP) reclamaron que cese la actividad de barcos, por su perjuicio económico y a la imagen de Barcelona. El consejero replicó que ya no funciona la línea Barcelona-Tarragona, y se está urgiendo a Agbar a rescindir los contratos con la empresa que opera con Marsella.

"Oír que usted pretende dar lecciones de coherencia a CiU en el balance que tiene en el último año raya el insulto", replicó Espadaler a Baltasar, recordándole que su Gobierno catalán siempre se ha declarado antitrasvasista, pero después defendió el trasvase del Segre y después, y "por imperativo de Madrid", el minitrasvase del Ebro.

Finalmente --continuó--, se ha optado por no realizar la interconexión cuando el propio Montilla la había considerado necesaria, dijo. Precisamente, tanto Espadaler como Rodríguez --en la interpelación anterior-- preguntaron en varias ocasiones al consejero si finalmente se realizará la interconexión.

La respuesta de Baltasar fue la misma que ayer martes. Según él, se construirá una "rótula" para llevar agua del mar a través de la desalinizadora de Cunit (Tarragona) al sistema de Aguas Ter-Llobregat (ATLL) y al del Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT), pero "no tiene nada que ver con traer agua del Ebro".

LEJOS DE OTRA SEQUÍA.

Baltasar aprovechó ambas interpelaciones para dejar claro que volver a la situación de Excepcionalidad II queda "muy lejos" del calendario del Gobierno catalán, según las previsiones y las medidas que ya se han adoptado.

Para él, "difícilmente" Catalunya podrá caer en una sequía como la última gracias al "cojín" que ha creado el Gobierno catalán con las medidas que ha aplicado, entre ellas las desalinizadoras.

"Nadie podrá decir que el Gobierno catalán se ha quedado cruzado de brazos", concluyó el consejero, que recordó que el actual Ejecutivo se encontró con un "sistema muy débil heredado" de los 23 años de Gobierno de CiU.

Sí admitió que es necesario mejorar los mecanismos de diálogo territorial, pero añadió que el Gobierno catalán ha recibido "muchas críticas pero muy pocas alternativas", en referencia a CiU. En cambio, respecto a la postura del PP durante la crisis, reconoció que han mantenido siempre una línea de forma coherente, mientras que "otros no lo han hecho".