MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, pidió este viernes que el contencioso sobre la soberanía del Peñón se resuelva siguiendo "los principios del siglo XXI y no los del XVIII", ya que no es "viable diplomática, internacional y democráticamente para la propia España que se traslade la soberanía de Gibraltar en contra de la voluntad de 28.000 ciudadanos europeos". Asimismo, admitió, en consonancia con el Gobierno español, que el Foro de Diálogo sobre Gibraltar no es el lugar adecuado para hablar sobre soberanía y debe servir únicamente para solucionar problemas que, reconoció, están relacionados en última instancia con el contencioso, como el medio ambiente y la seguridad marítima.
"La postura de Reino Unido, guste a quien guste, es que jamás hará cesión de la soberanía de Gibraltar en contra de la voluntad del pueblo de Gibraltar, ésa es una realidad diplomática inalterable", afirmó Caruana en declaraciones a Onda Cero, recogidas por Europa Press.
"El problema surgió en el siglo XVIII", afirmó. "Lo que ocurría en esos tiempos, ir en barcos de vela capturando el territorio de otros, hoy es inaceptable", prosiguió. "Pero si le vamos a buscar una solución en el siglo XXI tendrán que tenerse en cuenta los principios del siglo XXI y no los principios que existían cuando se creó el problema en el siglo XVIII, el reparto de territorios dándoles igual lo que puedan pensar sus habitantes", agregó.
En este sentido, advirtió, no es "viable diplomática, internacional y democráticamente hablando para la propia España, que se traslade la soberanía de Gibraltar de Reino Unido a España en contra de los pataleos y de la voluntad de 28.000 ciudadanos europeos en el siglo XXI".
A juicio de Peter Caruana, la polémica generada en España por el viaje del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, a Gibraltar parte de un "entendimiento erróneo de la propia postura española". "Una cosa es que no venga al istmo, porque España no reconoce la soberanía británica sobre el aeropuerto, y otra es hacer la misma declaración con respecto al resto de Gibraltar, porque la postura de España, propiamente de España, no es que Gibraltar no es británico y es español", declaró.
"España incluso se apoya en la validez existente del Tratado de Utrecht y reconoce que es una plaza de soberanía británica, lo que pasa es que tiene una reclamación política según la cual le gustaría recuperar esa soberanía, pero la postura política, jurídica y diplomática española no es que Gibraltar no es de soberanía británica", prosiguió. "Por lo tanto, decir que visitando Gibraltar reconoce que no es de soberanía española es una falta garrafal de conocimiento de la propia postura española", aseveró.
Gibraltar es un territorio dependiente del Reino Unido con un estatus específico en la UE. España reivindica su soberanía, dado que por el Tratado de Utrecht de 1713 sólo cedió a la Corona británica la ciudad y el castillo de Gibraltar, junto con su puerto, defensas y fortalezas, pero no así el istmo, ni las aguas territoriales o el espacio aéreo.
EL FORO DEL DIÁLOGO
Caruana afirmó que el hecho de que el Foro se haya celebrado en el Peñón y de que Moratinos se haya desplazado a la colonia ha sido una "cuestión de turnos". "Hemos acordado un Foro de Diálogo para hablar sobre temas de cooperación local en beneficio de la ciudadanía en ambos lados de la frontera, y el hecho de que se celebrase en Gibraltar era casi cuestión de turnos, empezamos en Córdoba, después fuimos a Londres y ya tocaba en Gibraltar", manifestó.
Según el ministro principal, el Foro debe servir para hablar sobre cooperación en materias como medio ambiente, persecución de la delincuencia o seguridad marítima, pero no para hablar directamente sobre el tema de la soberanía. "No ha habido ni avances ni restrocesos por ninguna de las partes en ningún tema fundamental para el contencioso", explicó. "Todos los temas tienen que ver con la soberanía", pero el objetivo del Foro no es resolver este contencioso sino para hablar sobre la cooperación en esas materias, prosiguió.
"Las partes trabajan políticamente para tratar de superar las posturas del contrario sin perjudicar las suyas para que los tres podamos seguir con el objetivo, que es la cooperación en seguridad marítima o en otros temas", agregó. "El Foro lo que hace es tratar de evitar que esta esquina de Europa se quede en un estado permamente de excepcionalidad que no es bueno ni para la localidad ni para la imagen de España, Reino Unido y Gibraltar en el marco europeo", advirtió.
