BARCELONA, 5 Sep. (EUROPA PRESS) - El conseller de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia de la Generalitat, Ernest Maragall, ha afirmado este miércoles que el Govern reivindica que la Justicia abra "ya" la prisión para los políticos soberanistas. Maragall al señalado al tiempo que respetarán una posible condena porque "aquí no hay aventurismos". En una entrevista de Europa Press, Maragall a las palabras de Torra sobre la posibilidad de abrir las cárceles a los investigados. El president catalán respondió a preguntas de los medios que planteará "una opción al Parlament de Cataluña y pienso que la decisión que adopte el Parlament debe ser comunicada a los representantes en el Congreso, el Senado y el Parlamento Europeo". Para él, el proceso soberanista "es un conflicto político que tiene que resolverse políticamente, y la mejor manera de resolverlo es abrir las prisiones ya". Ha recordado que el objetivo del Govern es "la libertad de los unos y el retorno del exilio de los otros, y eso es casi una condición necesaria para que cualquier intento de diálogo tenga posibilidades de éxito". También ha hablado sobre las palabras de Torra en su conferencia del martes cuando dijo que no aceptaría una sentencia que no sea absolutoria, tras lo cual la portavoz del Gobierno, Isabel Celáa, le avisó de que las sentencias están para cumplirse. Maragall ha expuesto que "no aceptarlo quiere decir cómo se responde y cómo se consigue revertir el carácter, judicial y procesalmente, de esa sentencia". Aunque no quiere adelantarse a la sentencia, ha dicho textualmente que, si hay condena, se mantendrá el "respeto en términos de acción pacífica y democrática", porque "aquí no hay ningún aventurismo; hay responsabilidad institucional y determinación de país". Según el conseller, "no tiene sentido negar las sentencias como realidad, pero son inaceptables en términos políticos, y también en términos judiciales y procesales". "Pero esa inaceptación en términos judiciales tiene y tendrá su recorrido, porque la historia no acaba aquí" porque hay que absolver cuando no hay delito, ha dicho. El conseller de Acción Exterior ha replicado a Celáa preguntándole "cómo se puede aceptar social y políticamente" una sentencia que pueda ser injusta. Además, ha reiterado que existe el compromiso de actuación pacífica y democrática y de respeto institucional, paralelo al diálogo con el Estado y la presencia internacional de Cataluña. También se ha referido a las declaraciones de la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, sobre las comisiones bilaterales. Batet ha dicho que el Govern asume "su responsabilidad de ir más allá de sus reivindicaciones soberanistas" y de explorar las posibilidades del marco constitucional y de la gestión como gobierno autonómico, "un cambio relevante tras años de exclusiva contestación de ese marco". Maragall ha replicado a la ministra que el Govern no cambia su voluntad de independencia pero que está comprometido con el diálogo, y que, tras la intervención de la autonomía, la recuperación de las competencias "forma parte del derecho, no de la ambición: la ambición va mucho más allá" y debe abordarse con el diálogo. "Estamos en un escenario de recuperación del respeto que se había perdido. Veremos si la señora Batet y su gobierno actúan desde ese respeto", ha añadido. Sobre Cs, ha afirmado que pretende acreditar que hay violencia "para que eso sea útil en los procesos judiciales: 'Como no ha habido, a ver si la encontramos, a ver si aparece, a ver si la hay". "Se podría decir que Cs es el brazo armado del juez Llarena o que es el partido del ciudadano Llarena", ha añadido, aunque augura que Cs no frustrará el diálogo ni hará que haya violencia. Así, ha asegurado que "por cada lazo que quiten aparecerán 10", respetando además sus ideas, pero ha criticado los objetivos que Maragall ve en Cs. Considera legítimo que este partido defienda sus ideas, pero "no es legítimo que se exprese en búsqueda de ruptura sistemática de la convivencia" con el fin de impedir que se consolide el diálogo Estado-Generalitat, porque eso sería "su tumba política", según Maragall.
