Víctimas del terrorismo critican el trato del Gobierno y reclaman "toda la verdad" del 11-M

Actualizado: martes, 22 enero 2008 23:15


MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

Víctimas del terrorismo etarra y de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid intervinieron hoy en una mesa redonda en el IV Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo en la que fueron muy críticos con la política del Gobierno socialista durante los últimos cuatro años de legislatura y del tratamiento otorgado a las víctimas. Además, las víctimas del 11-M reclamaron saber "toda la verdad" de los atentados y recordaron que "todavía no se conoce a los autores intelectuales".

El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Francisco José Alcaraz, apeló al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo y a la Ley de Partidos como "un paso adelante" en la lucha contra ETA para lamentar, a continuación, que la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero supusiera un proceso de "rendición" ante la organización terrorista.

"No queremos ser moneda de cambio de ningún proceso de negociación", proclamó Alcaraz, quien aprovechó su alocución para cargar contra el presidente del Gobierno, de quien dijo que si tuviera "un mínimo de dignidad", hubiera dimitido tras reconocer que "mintió" tras el atentado de la T-4.

En este sentido, el responsable de la AVT advirtió de la necesidad de estar "alerta" ante "la nueva trampa" que, según dijo, pueda llevar a cabo este Gobierno "para conseguir rédito electoral utilizando a las víctimas del terrorismo" como, a su juicio, así lo hizo tras los atentados del 11 de marzo.

Con él coincidieron sus compañeros de coloquio, Teresa Jiménez Becerril, Mikel Buesa y Marimar Blanco; quienes recordaron además que las víctimas de ETA fallecieron "como personas inocentes", y criticaron el "silencio" que les llega desde la Iglesia vasca, el Gobierno autonómico, algunos dirigentes socialistas o, incluso, desde familiares o amigos.

"A LA HISTORIA COMO EL GOBIERNO QUE PEOR HA TRATADO A LAS VÍCTIMAS".

Teresa Jiménez Becerril quiso además ofrecer unas especiales palabras de aliento a las víctimas residentes en el País Vasco y reconoció toda su "admiración" por su "valentía y coraje". Tras esto, preguntó al presidente del Gobierno "si pensó en el sufrimiento de las familias" durante el proceso de negociación con ETA o la "liberación" del etarra Ignacio de Juana Chaos. "Pasará a la historia como el Gobierno que peor ha tratado a las víctimas del terrorismo", argumentó.

En la misma línea, Marimar Blanco lamentó que el Gobierno haya estado dispuesto a "ceder en todo" ante quienes "apoyaron y alentaron" el asesinato de su hermano y recordó cómo entonces la sociedad "dijo no al chantaje mafioso de ETA" y salió "toda unida" a la calle. Por ello, reivindicó la necesidad de aplicación del Estado de Derecho y que las víctimas tengan un papel protagonista en su defensa de "justicia, memoria, verdad y dignidad".

Durante el coloquio tuvieron además la oportunidad de intervenir la presidenta del PP en el País Vasco, María San Gil, y la portavoz de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, quienes agradecieron a las víctimas su trabajo durante todos estos años. Según aseguraron, la "fortaleza" de las víctimas les ayuda a continuar su labor política en el País Vasco.

Por su parte, la portavoz del Colectivo de Víctimas del País Vasco (Covite), Cristina Cuesta, recordó que el terrorismo afecta a toda la sociedad y elevó un "clamor de justicia" para argumentar que "nadie está legitimado" a utilizar el "dolor" de las víctimas. Irene Villa reclamó también que a las víctimas no se las borre de la memoria ni del debate político porque, aunque reconoció que no deben dirigir la política antiterrorista española, deben ser "tenidas en cuenta".

Tras ellas, Mapi de las Heras, viuda de Fernando Múgica, lamentó que la llegada de Zapatero a la Presidencia del Gobierno "cambió la vida" de las víctimas del terrorismo y acusó al jefe del Ejecutivo de estar "lleno de odio".

"El presidente está carente de toda credibilidad --añadió--, sólo ha escupido odio a las víctimas". A su juicio, el otro polo lo representó el Gobierno presidido por José María Aznar, con quien "empezaron actos de reconocimiento hasta entonces impensables".

"QUEREMOS SABER LA VERDAD DEL 11-M".

Muy críticos con la acción del Gobierno fueron los intervinientes en la mesa de víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, quienes lamentaron que "todavía no se conozcan los autores intelectuales" de los atentados y criticaron que Rodríguez Zapatero no haya asistido al Congreso para escuchar personalmente su testimonio.

La presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, Mª Ángeles Domínguez, lamentó que la masacre fuese "utilizada" para obtener un determinado resultado electoral y aseveró que "quienes se han beneficiado del 11-M están bajo sospecha". A su juicio, Zapatero ha tenido esta legislatura para levantar esas sospechas pero no ha aprovechado la ocasión.

"La ausencia del presidente es muy significativa del desprecio de quienes más se han favorecido de nuestro dolor", argumentó provocando una gran ovación del público. Tras ella, Jamila ben Salah, que perdió a su hija en los atentados, reconoció que ella no puede perdonar y lamentó que los familiares de las víctimas "ni siquiera pueden saber la verdad", algo que, según confesó, le hubiera gustado poder hoy preguntar al presidente del Gobierno.

También utilizó su discurso para pedir explicaciones Ángeles Pedraza, cuya hija falleció en uno de los trenes que explotó la mañana del 11 de marzo. Pedraza acusó al Ejecutivo de haber "dejado pasar por alto" a las 191 víctimas mortales y los casi 2.000 heridos y haberles "fallado". Así mismo, reconoció sentirse "engañada" por un presidente del Gobierno que ha estado "todo el mandato negociando con terroristas".