MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le dijo al lehendakari Juan José Ibarretxe que le llamaría después de formar gobierno para quedar con él, sin embargo, según fuentes nacionalistas consultadas por Europa Press, aún no le ha telefoneado para verse. De hecho, según fuentes del Ejecutivo, la previsión es que si se ven, no sea de forma inminente. Podría ser antes del verano, pero ni siquiera esto es una cosa decidida, precisaron las mismas fuentes.
El lehendakari ha insistido en numerosas ocasiones, desde que planteó su última propuesta para cambiar el marco jurídico e incluir en él el derecho a decidir, en que quería negociar sus planteamientos con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Sin embargo, son escasos los contactos que se han producido entre el PNV y el lehendakari con el jefe del Ejecutivo y con el PSOE. Tras las elecciones del pasado 9 de marzo, sólo Iñigo Urkullu ha hablado en una ocasión con Zapatero y el lehendakari en otra.
Tanto Urkullu como Ibarretxe telefonearon al presidente tras los comicios para felicitarle por su victoria electoral. El primero de ellos sí habló con Zapatero entonces. Sin embargo, el segundo no logró hablar con él hasta el sábado anterior al día de la investidura del presidente del Gobierno, que fue el 8 de abril.
En esa conversación, según las fuentes consultadas por Europa Press, el jefe del Ejecutivo le dijo a Ibarretxe que le llamaría después de la formación de Gobierno para que pudieran quedar y hablar en relación con la propuesta del lehendakari.
También el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, mantuvo un contacto previo a la investidura con dirigentes socialistas. Fue en Madrid y se reunió con el secretario de Organización del PSOE, José Blanco y con el secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Ramón Jáuregui.
En ese encuentro, los nacionalistas expusieron a los socialistas su preocupación por la estructuración de la sociedad vasca tras unas elecciones autonómicas celebradas sin un acuerdo con el PSOE en torno al plan del lehendakari, así como por los procesos judiciales que están en marcha como el del "caso Atutxa", o los que afectan al lehendakari Ibarretxe y a los socialistas vascos Patxi López y Rodolfo Ares por sus reuniones con la dirección de la ilegalizada Batasuna.
Tras estos dos contactos, tanto la conversación de Zapatero con Ibarretxe como el encuentro de la dirección del PNV con el PSOE, se produjo la investidura y durante el debate con el representante nacionalista en el Congreso, el jefe del Ejecutivo dejó claro que ni él ni su partido se sumarán a aventuras. "Para aventuras no nos subimos al tren", recalcó el presidente, quien añadió que nadie puede pretender imponer su proyecto a una parte importante de ciudadanos que tienen otra visión y que, además, "no se puede haber por el 51 por ciento y "mucho menos cuando un proyecto no se sabe a dónde va y sólo genera incertidumbre".
Un día después de la investidura, que finalmente fue el 11 de abril, Zapatero anunció la composición de su Gobierno, sin embargo, hasta la fecha no ha telefoneado al lehendakari para verse y hablar del proyecto que ha presentado y que implica, tanto si hay acuerdo como si no con Zapatero, la realización de un pleno en el Parlamento vasco en junio para aprobar la convocatoria de una consulta habilitadora en octubre para que sean los vascos los que tomen la decisión sobre abrir una negociación en relación con el marco político en Euskadi.
Precisamente, esta misma semana, el presidente del PNV expresaba, en los Desayunos Informativos de Europa Press, su preocupación por el hecho de no haber tenido "señal" de Zapatero para negociar y dijo que los socialistas pueden haber pensado que el PNV "se cueza en su propia salsa" y le advirtió de la posibilidad de un "choque de locomotoras". Sin embargo, también admitía que, si no hay acuerdo, el PNV no va a hacer una "barbaridad" en relación con la consulta.
