Actualizado 20/03/2018 08:00

Fermín Bocos.- Los pensionistas no se rinden

MADRID, 20 Mar. (OTR/PRESS) -

Son pensionistas y están en pie de guerra. Tienen todo el tiempo del mundo y son más de nueve millones y medio de ciudadanos. Están cabreados con el Gobierno. Con ellos en la calle, Mariano Rajoy tiene algo más que una piedra en el zapato. Los pensionistas reclaman dos cosas: que no les tomen el pelo -anunciando subidas del 0,25%- y que el Ejecutivo cumpla con la Constitución (Artículo 50) que insta a los poderes públicos a garantizar mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Traducción: que la subida de las pensiones se atenga, como poco, al IPC. Sí la vida sube y las pensiones se estancan, en la práctica lo que sucede es que bajan. Y en ésas estamos.

Miles de jubilados se han echado a la calle de las grandes ciudades españolas (en Bilbao más de cien mil personas) coreando que van a manifestarse cuantas veces sea necesario hasta conseguir que el Gobierno atienda sus reclamaciones.

También han dicho desde la coordinara estatal que no quieren que ni los partidos políticos ni los sindicatos -que han llegado tarde al problema-, intenten capitalizar unas protestas de las que han tenido noticia cuando los pensionistas ya estaban en la calle movilizados por la famosa carta del Ministerio de Empleo y Seguridad Social en la que les notificaban una aumento del 0,25%.

Los jubilados tienen a su favor un arma formidable: el tiempo. Y dada la determinación con la que afrontan las movilizaciones van seguir con las protestas todo el tiempo que sea necesario. Alargándolas incluso hasta las vísperas de las elecciones municipales y europeas que se celebrarán el año que viene.

No les convenció Mariano Rajoy en el reciente debate en el Congreso cuando en una alarde de prestidigitación parlamentaria emplazó a la oposición (PSOE, Ciudadanos y PNV) a que apoyaran con sus votos el Proyecto de Presupuestos como paso previo a un indeterminado incremento de las pensiones. Como rezaba una de las pancartas vista en una de las manifestaciones "Somos viejos, pero no somos tontos". Pues eso.

Que tome nota el señor Rajoy de ésta marea con la que no contaba. También debería recordar que todos los sondeos de opinión coinciden en que el Partido Popular tiene (o tenía) un voto fiel entre los mayores de 65 años. Decir como dijo en Córdoba que las pensiones "subirían lo que podamos, pero no pueden subir lo que no podamos" es tanto como no comprometerse a nada. Lo de siempre. Pero ésta vez, quienes tiene enfrente cuentan con ventaja: no tienen intención de rendirse y disponen de todo el tiempo del mundo.