Actualizado 05/06/2018 12:01

Escaño cero.- Una oportunidad

MADRID, 4 (OTR/PRESS)

Hay un cierto regusto agridulce por la manera en que Pedro Sánchez ha llegado a la Moncloa. Y desconfianza también porque esa llegada ha sido gracias al apoyo de los partidos independentistas lo que leva a preguntarse por el precio que Sánchez, tarde o temprano tendrá que pagar.

En todo caso me parece que Pedro Sánchez tiene derecho que esos cien días de cortesía que se da a todo gobierno que comienza una andadura. En mi opinión Sánchez es confiable en todo lo que tiene que ver con políticas sociales pero su "punto negro", en lo que despierta recelos, es en lo que se refiere a Cataluña. Por eso Cataluña será su "prueba del algodón", será dónde se juegue no sólo su continuidad en la Moncloa si no el futuro del PSOE.

Es una buena noticia que Pedro Sánchez se disponga a explorar vías políticas para desatascar el conflicto catalán, pero deberá de tener cuidado de que esa exploración no se confunda con que está dispuesto a hacer concesiones al independentismo ni dar un paso atrás en la defensa de la Constitución porque, si lo hiciera, la sociedad española no se lo perdonaría. De ahí que vaya a caminar por la cuerda floja y tenga que medir con precisión cada paso que vaya a dar.

Y desde luego sería imperdonable que el nuevo gobierno intentara influir en el desarrollo de la acción de la Justicia a través del nuevo Fiscal General.

Si es intolerable que algunos políticos estén inmersos en casos de corrupción, también lo es que haya políticos que se hayan atrevido a pisotear la Constitución, a intentar dar un "golpe" saltándose todas las leyes, convocando un referéndum ilegal y proclamando una fantasmagórica república. Es evidente que merece una sanción ese comportamiento irresponsable que tanto daño ha causado en Cataluña y al resto de España.

Los primeros obligados a cumplir las leyes son los políticos de manera que no puede quedar impune que no lo hagan porque si no lo hacen estarán delinquiendo. No todo vale en nombre de la política. Resulta inquietante que el nuevo Presidente de la Generalitat, Joaquín Torras, esté lanzando un órdago a Sánchez diciendo que va a poner en marcha la república catalana. Como lo es que los nuevos consejeros tengan la desvergüenza de pedir que el Gobierno de Sánchez a través del Fiscal General del Estado haga lo que tenga que hacer para que salgan de prisión los políticos que se encuentran privados de libertad a cuenta de sus actuaciones ilegales.

Por eso Pedro Sánchez no se puede permitir el equivocarse en lo que se refiere a Cataluña. ¡Ah! y no perdamos de vista algo que a todos nos debería de avergonzar, pero en primer lugar a los catalanes: al frente de la Generalitat se encuentra un individuo racista como lo demuestran sus comentarios xenófobos. Lo peor es la indiferencia de la sociedad catalana pero también el cómo políticos supuestamente demócratas no parecen darle importancia a este hecho, lo que demuestra que algo va mal, rematadamente mal en nuestra sociedad.