El ruido podría hacer de trampa ecológica para el sisón común, que selecciona su hábitat sin tenerlo en cuenta

Sisón común macho en una pradera esteparia
SEO/BIRDLIFE - Archivo
Publicado: miércoles, 13 junio 2018 17:29

   MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El sisón común no tiene en cuenta el ruido a la hora de seleccionar su hábitat, lo que podría dar lugar a que el ruido se convierta en una trampa ecológica para esta especie que está amenazada, según un estudio.

   El trabajo, realizado por investigadores españoles y que publica la revista Ardeola: International Journal of Ornithology, revela que el ruido del tráfico rodado no parece afectar a la selección de hábitat que hace el sisón común macho durante la época reproductora, a pesar de que utilizan el canto para señalizar y defender su territorio.

   A la hora de seleccionar su hábitat, al sisón común macho apenas le afecta el alto nivel de ruido del tráfico rodado y esto podría explicarse por el reducido solapamiento del rango de frecuencia sonora de su canto con el ruido de las carreteras.

   Los autores advierten de que en caso de que los niveles de ruido sí llegaran a interferir con el éxito de apareamiento de los machos y su estado físico, los hábitats ruidosos podrían funcionar como trampas ecológicas para esta especie amenazada y que fue declarada en 2017 Ave del Año.

   El ruido causado por la actividad humana se considera un factor de alteración de la distribución, la conducta y la fisiología en especies silvestres. No en vano, este puede interferir en los cantos y reclamos de las aves, tan necesarios en la comunicación de todas las especies durante el cortejo y la reproducción.

   Sin embargo, son escasos los estudios sobre cómo el ruido antropogénico modifica el uso del espacio y la selección de hábitat en las aves. Y los resultados obtenidos son diversos: desde algunas especies que evitan las áreas ruidosas hasta aquellas que son indiferentes o incluso más abundantes en ambientes ruidosos.

   Los autores estudiaron el comportamiento de una población de sisones ante el ruido de vehículos en una zona cerealista en Campo Real, un área rodeada por carreteras que conectan esta zona con la ciudad de Madrid.

   Así, utilizaron un modelo de cálculo recomendado por la Directiva Europea de valoración y manejo del ruido ambiental, se pudo estimar la presión sonora en los territorios de 26 machos de sisón común individualmente identificados (el 62% de la población local).

   La publicación explica que cuando se usó esta variable junto con las características del hábitat y la distancia al sisón vecino más cercano para estimar la adecuación del hábitat, la importancia del ruido resultó ser insignificante para explicar la distribución espacial de los machos territoriales.

   En cambio, la distancia a los vecinos más próximos fue la variable con la mayor influencia en la selección del territorio. Es decir, los machos priorizan la proximidad con otros machos.

   El investigador del Grupo de Ecología Terrestre de la Universidad Autónoma de Madrid Javier Morales ha indicado que el ruido del tráfico parece no influir en el uso del espacio por los sisones, sino que lo que determina la adecuación del hábitat es la distancia al sisón macho más próximo y las características del hábitat.

   Por otro lado, el trabajo matiza que la falta de efecto del ruido del tráfico en la selección de hábitat de los machos de sisón común podría ser explicada por el reducido solapamiento del rango de frecuencia sonora de su canto con el ruido, aunque reconocen que hay que profundizar en este aspecto en futuros estudios.

   De esta manera, la llamada del macho territorial sería enmascarada por el ruido del tráfico solo en un pequeño grado, lo que podría explicar el escaso efecto del ruido de los vehículos en la selección de hábitat en comparación con otras variables.

   También sugieren una escasa capacidad de la especie para adaptarse a una perturbación de origen humano reciente como es el ruido de los vehículos motorizados. Morales concluye que en este contexto, hábitats ruidosos, pero por lo demás adecuados, "podrían funcionar como trampas ecológicas para esta especie amenazada en rápido declive si los niveles de ruido llegasen a interferir con el éxito de apareamiento de los machos y afectar a su estado físico".

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