El vicepresidente de la comunidad judía en España: "Los judíos nos sentíamos ya en casa y ahora aún mejor"

Actualizado: lunes, 14 abril 2014 18:15

MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -

El vicepresidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) y presidente de la Comunidad Judía de Madrid, David Hatchwell, ha asegurado que la comunidad judía española se siente "en casa" más aún desde la aprobación por parte del Gobierno del anteproyecto de ley por el que se modifica el Código Civil para la agilización de la concesión de la nacionalidad española a los sefardíes.

Hatchwell ha indicado en declaraciones a Europa Press que es un gesto "de cariño, de amistad, de acercamiento". "Los judíos nos sentíamos ya en casa, y lo recordaba el Rey en 1992 cuando vino a la Sinagoga, pero gestos como este último, sin duda alguna, nos hacen sentir aún mejor y las comunidades sefarditas de todo el mundo lo entienden así", ha subrayado.

Con motivo de la celebración de la Pascua judía (Pésaj), que se celebra desde el atardecer de este lunes --cuando tiene lugar la cena, el Séder-- hasta el próximo 22 de abril, Hatchwell ha indicado que lo más importante es que los judíos puedan vivir la Pascua "en paz", algo que desde la comunidad judía siempre están "pidiendo" porque "desafortunadamente" conocen "lo que es no tener paz".

"Lo que deseamos es que haya paz y si Dios quiere la habrá y lo vamos a festejar dentro de la suerte que es vivir en democracia y poder seguir la religión de uno de una manera abierta y hace muy poquito no era el caso", ha precisado.

Pésaj conmemora la liberación de Egipto que no es solo "física" sino también "espiritual" en el sentido de "creer en uno mismo, trabajar por una serie de valores, no tener prejuicios". Para Hatchwell, "en el mundo existen muchos prejuicios en general" y considera que así es "difícil" ser tolerante. En este sentido, destaca que el mensaje de los judíos es "amar al prójimo".

En el marco de la Pascua judía y cristiana, la semana pasada tuvo lugar en la Parroquia de Nuestra Señora de las Delicias (Madrid) una celebración conjunta de la Pascua, un acto que, según apunta Hatchwell, es "otro ejemplo de los cambios maravillosamente positivos que está habiendo en las últimas décadas".

A su juicio, desde el Concilio Vaticano II hay una relación "muy positiva, cada vez más cercana entre católicos y judíos" que se ve en "las palabras y las acciones de los diferentes Papas".

Precisamente, ante el próximo viaje del Papa a Tierra Santa, David Hatchwell ha destacado que los simbolismos, los gestos de cariño así como las conductas "muy valientes, claras y transparentes" de Francisco son capaces de "eliminar barreras y aprensiones iniciales" y "acercar" a todo el mundo hacia él y hacia la Iglesia. Concretamente, apunta que el mensaje que está trasladando al mundo judío es "justamente de hermandad".

Por ello, la comunidad judía española se compromete a seguir en la misma senda de acercamiento porque cree que católicos y judíos comparten "unos valores muy idénticos y de una manera profunda".

CRISTIANOS Y JUDÍOS CELEBRAN JUNTOS LA PASCUA

En la celebración conjunta de la Pascua, participaron miembros de la comunidad católica, como un representante de la Nunciatura Apostólica y miembros de la comunidad judía de España como la exdirectora del Colegio Judío de Madrid, Verónica Nehama, que ha defendido la educación como clave para "sembrar" en las nuevas generaciones "el entendimiento, el cariño, los valores".

Por su parte, el presidente de la comunidad judía Bet-El, Gabriel Prisiallni, ha indicado que actos como este generan "un acercamiento" entre cristianos y judíos al tiempo que ayudan a que se conozca a la comunidad judía, mientras que Pinhas Bendahan, miembro de la comunidad judía española, ha subrayado la "emoción" que siente al ver al pueblo reunirse "fraternalmente" para celebrar "el respeto a Dios".

En la celebración también participó el párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de las Delicias, Juan Francisco Garvía, que se colocó la kipá durante la conmemoración en señal de "cariño" y de "respeto". Este acto, impulsado por Alfonso Ramonet, y al que este año acudieron más de 300 personas se celebra desde hace 44 años y con él, pretenden poner de manifiesto las raíces comunes de judíos y cristianos.