GIJÓN, (EUROPA PRESS)
El director general de FEVE, Amador Robles, confirmó hoy que el descarrilamiento del tren en Parres (Arriondas) que cubría la ruta Santander-Oviedo el pasado lunes se debió a un exceso de velocidad. Según informó la empresa en una rueda de prensa en Gijón, el convoy circulaba a más de 70 kilómetros por hora en un tramo en curva limitado a 40 kilómetros por hora.
Robles aseguró que, una vez concluida la investigación, se ha procedido a abrir un expediente informativo al maquinista. Robles adelantó que el trabajador podría ser sancionado por "una falta grave", aunque la decisión final está a expensas de lo que resuelva el instructor del expediente.
En el accidente resultaron heridas 13 personas, de las cuales aún permanecen hospitalizadas una ciudadana holandesa, I.P.H., que podría ser trasladada a su país de origen en próximos días, y una mujer asturiana, E.G.R., que podría recibir el alta en los próximos días. Respecto al agente comercial de FEVE que resultó también con lesiones y estaba ingresado en la Clínica Asturias, éste ha recibido ya el alta médica.
Según Robles, la infraestructura ferroviaria no ha tenido "absolutamente nada que ver" con el accidente, como lo demuestra según él el que la vía siguiera funcionando, y tampoco se detectó ningún problema en los componentes de seguridad, por lo que el accidente fue debido al "facto humano", al exceder la velocidad "bastante" por encima de lo permitido en esa curva.
Respecto al expediente informativo, indicó que ayer ya se entrevistaron con el maquinista y añadió que el asunto lo lleva la inspección general de la compañía, "un organismo objetivo y autónomo", dijo. Por el momento ya se ha designado un instructor del expediente, que será quien escuche la versión del trabajador y mida las consecuencias del accidente.
No obstante, añadió que, en su opinión, no se considera un accidente "grave", aunque matizó que habrá que esperar a que concluya el expediente para determinar que sanción se aplica al maquinista.
A su juicio, se trataría de una falta de carácter "grave", en la que caben diversas sanciones dependiendo del grado de gravedad, como pueda ser una rebaja en la categoría profesional o la suspensión de empleo y sueldo. Todo ello será el instructor del caso quien lo decida.
También señaló que los servicios médicos y psicólogos asignados de FEVE iniciaron las conversaciones con parte de los heridos, con el resto lo hará la próxima semana, con los que tratará acordar las indemnizaciones sin necesidad de llegar a juicio.
Robles apuntó que se trató de un accidente "aparatoso sobre todo", aunque reconoció que incluso para los pasajeros que salieron heridos "simplemente el disgusto" ya será suficiente. Tanto Robles como el presidente de FEVE, Ángel Villalta, acompañado de otros directivos, visitaron los heridos los pasados martes y miércoles.
Por otro lado, indicó que aún no están cuantificados los daños materiales y apuntó que FEVE cuenta con una cobertura de seguros, con parte de franquicia. El descarrilamiento causó la rotura de seis traviesas que fueron remplazadas el propio lunes del accidente, tras lo que quedó el servicio restablecido.
