BARCELONA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
La investigación policial y judicial sobre los 11 detenidos hace un año en el Raval de Barcelona por presunta integración de una célula terrorista islámica no ha avanzado significativamente desde que en octubre se ratificó el encarcelamiento de los procesados, según explicaron a Europa Press fuentes cercanas al caso.
En un principio, la aparición de un confidente había levantado muchas expectativas sobre los detalles que pudiera aportar, pero su declaración ante el juez no desveló novedades importantes respecto a las primeras investigaciones policiales.
A fecha de hoy, nueve pakistaníes y dos indios siguen en prisión provisional por orden del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, a pesar del recurso del abogado de la defensa, Benet Salellas, que solicitó la revocación del auto de procesamiento y su puesta en libertad. Se les acusa de querer atentar en el Metro de la capital catalana.
La Guardia Civil realizó las detenciones el 18 de enero de 2008, cuando los servicios secretos franceses advirtieron al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que un confidente pakistaní les reveló había un grupo de pakistaníes e indios residentes en el barrio del Raval de Barcelona que preparaban una cadena de importantes atentados suicidas en Barcelona para aquellos días.
Los encarcelados explicaron ante el juez que conocieron al confidente, ahora testigo protegido, dos días antes y que llegó al domicilio de varios de ellos con dos bolsas en las que, sospechan, podía haber la nitrocelulosa que después fue hallada en el piso y por la que se les acusa de posesión de explosivos. También se halló perclorato potásico, conectores de alimentación y balines de plomo.
De igual modo, señalaron que los siete temporizadores que fueron encontrados en la vivienda eran de su propiedad, aunque alegaron que tenían un uso doméstico, porque los utilizaban para cocinar. No obstante, el juez admitió que "el material explosivo incautado no tenía suficiente capacidad destructiva para causar estragos".
Además de los diez detenidos en enero, Moreno dictó una orden de búsqueda y captura contra un pakistaní que fue arrestado en Breda (Holanda) en junio, a donde había huido para supuestamente inmolarse en Alemania. Muchos de ellos habían llegado a Barcelona entre finales de 2007 y enero de 2008.
En su auto de procesamiento, el juez Moreno también explicaba que el objetivo de los yihadistas no era sólo Barcelona, sino también otras ciudades europeas, y que formaban un grupo "cohesionado ideológicamente por su adhesión" al Movimiento Tabligh e Jamaa, versión rigurosa del Islam. Además, tenían una "clara y especializada división de funciones", con lo que estaban a punto de "conseguir la plena capacidad técnica" para manipular explosivos.
El último episodio conocido de esta trama es que el subdirector de Contraterrorismo del CNI y uno de sus subordinados, el jefe del departamento de terrorismo islamista, fueron cesados en junio, aunque hasta el 4 de enero de este año no se hizo público.
Según el CNI, los ceses no tienen relación con la operación antiterrorista, que considera un éxito, sino por desavenencias internas.
