Europa acapara el 9,3% de los viajes de larga distancia procedentes de China
MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El turismo exterior de China ha crecido este verano un 13,5%, impulsado por la demanda de paquetes personalizados, según datos del Instituto de investigación del turismo exterior de china (COTRI, por sus siglas en inglés), recogidos por la consultora ForwardKeys.
La demanda de este tipo de paquetes, que según ForwardKeys representan el 15% del total del mercado, se multiplicó por tres en el gigante asiático en 2017, y este año está alcanzando cifras de 120.000 pedidos al mes.
Teniendo en cuenta estos patrones, la consultora calcula que el turismo chino con destino a Europa ha crecido un 10,5% este verano. Reino Unido es el destino preferido por los viajeros del país que realizan viajes con paquetes personalizados.
Según datos de la consultora, Europa acapara el 9,3% de los viajes de largas distancia procedentes de China. En 2017 más de seis millones de ciudadanos chinos visitaron el viejo continente, y se prevé que este número aumente.
"Los turistas chinos más acomodados y aventureros están rehuyendo de los paquetes turísticos tradicionales y demandan tours personalizados que incluyan localizaciones de películas, restaurantes con estrellas Michelín, ruinas antiguas apartadas y eventos deportivos", apunta ForwardKeys.
342 EUROS POR PERSONA
El coste de este tipo de viajes es de unos 400 dólares (342,5 euros) por persona, según datos de la agencia Ctrip, que prevé que los precios seguirán aumentando.
Ctrip, que señala que este tipo de viajeros tienden a ser más jóvenes, explica que hasta hace poco los turistas chinos compraban los paquetes tradicionales de "turismo de masas" y tenían un presupuesto limitado, pero ahora la tendencia es la del "lujo asequible".
La razón de la preferencia de los turistas chinos que viajan a Europa por los paquetes, explica el fundador de COTRI, Wolfgang Georg Arlt, se debe a la dificultad de los trámites que se requieren para viajar al viejo continente, como la solicitud de visados.
"La barrera del lenguaje también influye", añade Georg, que explica que, debido a este problema, los turistas chinos tienen dificultades para realizar tareas como comprar billetes de tren.
