SEVILLA, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las emisiones de Gases de Efecto Invernadero asociadas a las actividades agrícolas, ganaderas, acuícolas y pesqueras suponen alrededor de un 17 por ciento del total de las emisiones difusas de Andalucía. Con el objetivo de contribuir a la reducción de estas emisiones se está actuando en la adecuación de los manejos del uso de la tierra, promoviendo la agricultura ecológica y la producción integrada y el uso más eficiente de recursos en la maquinaria agrícola, ganadera y pesquera.
Para alcanzar estos objetivos las Consejerías de Agricultura y Pesca, Economía, Innovación y Ciencia y Medio Ambiente colaboran desde 2007 en el marco del Plan Andaluz de Acción por el Clima que tendrá vigencia hasta 2012.
Las medidas que se están poniendo en marcha incluyen el impulso de la agricultura y acuicultura ecológicas y la entrada de sus productos en los supermercados andaluces, mediante subvenciones convocadas por la Consejería de Agricultura y Pesca. Por su parte, la Consejería de Medio Ambiente está incentivando acciones y actividades sostenibles en los Parques Nacionales y naturales y sus áreas de influencia socioeconómica.
Así, otra línea de trabajo consiste en aplicar criterios de optimización energética al diseño y localización de instalaciones agrarias, acuícolas y pesqueras, además de fomentar los sistemas de calefacción con energías renovables en invernaderos, granjas o secaderos.
También en la concesión de ayudas para la mejora estructural y la modernización del sector pesquero andaluz se han incorporado criterios de ahorro y eficiencia energética a fin de reducir las emisiones en dicho sector y hacerlo más sostenible.
Por último, la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia está promoviendo el uso de nuevas tecnologías que reduzcan las emisiones en maquinaria agrícola y embarcaciones pesqueras, mejorando su eficiencia energética a través de la introducción del biodiésel, nuevos aditivos o la instalación de equipos de navegación.
Todas estas iniciativas son complementadas con la participación de los profesionales del sector, para los cuales se han diseñado programas de formación a agricultores y ganaderos en técnicas de ahorro y eficiencia energética, así como formación específica a técnicos en materia de optimización del uso de la energía en agricultura, biomasa y biocarburantes.
De este modo, la Junta aboga por un nuevo modelo que, además de incidir de manera positiva en la competitividad, contribuye desde la sostenibilidad a actuar decisivamente contra los efectos del cambio climático.
