Aceptan penas de cinco y tres años de cárcel por explotar sexualmente a una mujer en Almería con amenazas vudú

Audiencia Provincial de Almería
Europa Press - Archivo
Actualizado: miércoles, 11 julio 2018 13:05

ALMERÍA, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a cinco y tres años de prisión a dos mujeres acusadas de haber explotado sexualmente a un joven nigeriana a la que habrían obligado a ejercer la prostitución en Roquetas de Mar (Almería) para saldar una supuesta deuda de 25.000 euros bajo amenazas con ritos vudú.

Fuentes judiciales han indicado a Europa Press que las acusadas han aceptado las penas de prisión tras la modificación del escrito provisional de la Fiscalía, de forma que F.O. ha sido condenada por un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual en concurso medial con un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros a cinco años de cárcel al haber sido la persona que embaucó a la víctima y facilitó su salida de su país de origen.

Por su parte, la acusada S.A.B., que regentaba el local en el que se sucedieron los hechos, ha sido finalmente acusada de un delito de prostitución frente al de trata por el que había sido investigada inicialmente y ha aceptado tres años de prisión así como una multa de seis euros diarios durante 12 meses. Ambas deberán indemnizar a la víctima con 20.000 euros, si bien esta cantidad quedará sujeta a precisión en vía de apremio.

La sentencia, dictada en firme tras la conformidad de las partes, considera probado que a principios de 2014 F.O. contactó con la víctima a través de terceros no identificados y le ofreció la posibilidad de viajar a España, donde "la vida era más fácil" y podría encontrar trabajo, con lo que se ofreció a pagarle los gastos del viaje.

Debido a la situación de pobreza en la que se encontraba la joven y ante la expectativa de mejorar sus condiciones, accedió a realizar dicho viaje, con lo que la acusada le costeó su viaje desde Nigeria hasta Marruecos entre febrero y marzo de ese mismo año.

A partir de ahí, la mujer residió más de un año en Marruecos donde, según la investigación policial, "sobrevivió casi un año y medio ejerciendo la mendicidad" hasta que en agosto de 2015 pudo viajar hasta Libia y, de allí, hasta Italia, donde acabó en un campo de refugiados en Sicilia.

La acusada fue contactada nuevamente por la víctima, a la que indicó que tenía que ir hasta Roquetas de Mar para poder trabajar, con lo que completó su viaje en noviembre de 2015, esto es, unos 20 meses después de abandonar su país.

Fue tras su llegada a la localidad almeriense cuando la acusada le dijo que había contraído una deuda de 25.000 euros y que tenía que ejercer la prostitución para abonarle los gastos del viaje, con lo que la víctima, ante la ausencia de documentación y su desconocimiento del idioma, "se vio constreñida a ejercer la prostitución" para pagar su deuda.

La acusada envió a la víctima al local regentado por S.A.B., quien la tuvo trabajando "a disposición de los clientes todo el día" para realizar "servicios sexuales en condiciones insalubre y cobrando en torno a diez euros por servicio", que además estaba obligada a dar a las acusadas para pagar la deuda.

La víctima, que era además atemorizada con rituales vudú, residía en el propio bar donde era obligada a ejercer, por lo que también se le cobraba un alquiler, lo que hacía "interminable" su deuda, según observa el fiscal.

La mujer fue liberada gracias a una operación policial encaminada a desarticular una organización, asentada en Nigeria, Marruecos, España y otros países que captaba a mujeres jóvenes entre los estratos más desfavorecidos de las principales ciudades nigerianas ofreciéndoles un trabajo digno y bien remunerado.

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