Almería.-Sucesos-Registrados domicilios en la provincia en una operación contra un laboratorio de cocaína de colombianos

Actualizado: sábado, 28 octubre 2006 20:48

MURCIA, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil en la operación 'Acuala', llevada a cabo en los últimos cinco meses, desarticuló un grupo de siete colombianos que tenían un laboratorio artesanal de transformación de cocaína en Murcia, según fuentes policiales, que apuntaron que se han llevado a cabo varios registros domiciliarios en localidades murcianas y de la provincia de Almería.

El piso donde los narcotraficantes establecieron su laboratorio para tratar la droga fue registrado por la policía el pasado día 24, provistos del oportuno Mandamiento Judicial de Entrada y Registro.

La Guardia Civil incautó más de dos kilogramos de cocaína de gran pureza en distintos estados de elaboración, además de varios ordenadores, teléfonos móviles, dinero en efectivo, marihuana y varios vehículos. Así, durante el desarrollo de la operación se realizaron seis registros domiciliarios en distintas localidades de Murcia y Almería.

Asimismo, dicha operación que comenzó en junio, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento del envío de un paquete postal desde Colombia hasta un destinatario en Jumilla, Murcia, del que se sospechaba que podía contener sustancias estupefacientes.

A partir de ese momento el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Policía Judicial de Murcia, al conocer este hecho, realizó una serie de investigaciones con el fin de evitar que la droga terminara en el mercado, procediendo semanas más tarde, en Jumilla, a la entrega controlada del paquete, por lo que se detuvo a un individuo como supuesto autor de delito contra la salud pública y aprehendiendo un cuarto de kilo de pasta de cocaína de gran pureza que se encontró en el interior del paquete.

Después de esta intervención se continuó investigando para comprobar la existencia del grupo organizado de personas que se dedicaban al tráfico de drogas en la Región de Murcia y en Almería.

Así, se llegó a la conclusión de que se trataba de una banda con una estructura jerarquizada de sus integrantes. La cual realizaba los movimientos básicos desde Colombia, donde tras ocultar la pastas de cocaína, de forma sorprendente, en el interior de todo tipo de objetos, los remitían vía paquete postal a España.

Generalmente, el cabecilla de la red pagaba grandes cantidades de dinero a personas de su confianza por hacer de destinatarios de los envíos. Una vez que recibían en el paquete, lo entregaban al cabecilla o a una persona de la banda para llevar a cabo en un laboratorio artesanal, que habían instalado en una de las casas de los detenidos, lo que en el argot se denomina el 'cocinando', es decir, el tratamiento de la droga en varias fases con productos químicos hasta su conversión en 'clorhidrato de cocaína' que es la presentación final para los consumidores.

Habitualmente, este grupo recibía la pasta de cocaína impregnada en prendas de vestir, que tras ser tratada se obtenía la cocaína en 'polvo', finalizando el proceso con su adulteración y 'corte', quedando preparada para su distribución.