Condenado a 4 años y medio un ex guardia civil de Roquetas que robó y maniató a un matrimonio

Actualizado: sábado, 16 agosto 2008 12:05

ALMERÍA, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería condenó a cuatro años y medio de cárcel a un hombre identificado como J.A.Z.M., guardia de civil de Roquetas de Mar (Almería) de baja desde hacía más de año y medio en el momento de los hechos juzgados, que robó 900 euros, dos móviles y dos décimos de lotería en el interior de una vivienda del término municipal roquetero, propiedad de un matrimonio de Bilbao al que amenazó con un cuchillo y maniató con cinta de embalar.

La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, considera probado que sobre las 22,30 horas del 5 de noviembre de 2006, las víctimas, un hombre de 81 años de edad y su esposa, de 73, fueron abordadas por cuando se disponían a entrar en el domicilio por un individuo que llevaba el rostro cubierto por un pasamontañas y guantes oscuros y que les mostró un cuchillo de grandes dimensiones y, al parecer, una pistola que no fue encontrada.

El procesado les exigió entonces que se pusieran de rodillas y que le entregaran el dinero que tuvieran, amenazándoles con clavarles el cuchillo si no lo hacían y ante lo que el varón le dio 900 euros en metálico.

A continuación, el penado les obligó a entrar en el interior de la vivienda y, tras maniatar a la pareja con cinta de embalar americana, les roció con un spray y les reclamó más dinero y joyas, al tiempo que amenazaba con matarlos si se movían y sustrajo dos teléfonos móviles y dos décimos de lotería.

Momentos más tarde, después de que el matrimonio pidiera auxilio por la ventana, se personó en el domicilio una patrulla de la Policía Local que les prestó ayuda y tomó la denuncia de los hechos, en la que los afectados reclamaron el robo de la citada cantidad de dinero, dos móviles, dos décimos de lotería y un juego de llaves de la casa.

Como resultado de la intervención telefónica de los dos móviles robados autorizada judicialmente, la Policía Judicial del puesto de Roquetas de Mar interceptó una llamada el día 13 de noviembre en la que el emisor concretaba una cita con un concesionario de vehículos para reparar su coche a las 16,00 horas de esa misma fecha.

Hasta el taller se dirigieron entonces los agentes que constataron que J.A.Z.M. estaba en posesión de uno de los teléfonos sustraídos por lo que registraron su vehículo, en el que hallaron, en el interior de un maletín ubicado en el maletero, cuya propiedad negó el imputado, un cuchillo de grandes dimensiones, un pasamontañas de lycra, un rollo de cinta de embalar americana, un machete y una defensa.

Seguidamente, se procedió al registro en su domicilio, en el que fueron encontrados un décimo de lotería para el sorteo de Navidad de 2006 con sello en Vizcaya y el otro teléfono que constaba como sustraído, así como las llaves de la vivienda del matrimonio.

Como consecuencia de las agresiones sufridas, la mujer sufrió hiperemia ocular, ansiedad y hematoma preesternal de tres centímetros, para lo que necesitó cuatro días de curación, mientras que su cónyuge padeció irritación conjuntival e hiperemia, de lo que tardó dos días en sanar.

El magistrado ponente, José María Contreras, condenó a J.A.Z.M. a cuatro años y medio de cárcel como autor de un delito de robo con violencia e intimidación en casa habitada, con la agravante de uso de disfraz, y a dos penas de dos meses de multa con una cuota diaria de 12 euros como autor de dos faltas de lesiones, así como a indemnizar al matrimonio en 1.094,64 euros por los efectos y dinero sustraídos y en 240 euros por las lesiones sufridas.

Con esta sentencia, la Audiencia Provincial revocó el fallo del Juzgado de lo Penal número uno de Almería cuyo titular, Luis Columna, absolvió al procesado al considerar que su participación en los hechos no quedaba probada. Sin embargo, el juez del órgano provincial consideró probada su autoría al poseer en el momento de su detención los teléfonos y uno de los décimos robados, así como ocupársele objetos coincidentes con los empleados en el robo, sin que el procesado diera ninguna explicación racional de su tenencia.