ALMERÍA, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena a más de 41 años de prisión a 14 integrantes de una red internacional de tráfico de hachís que solía introducir por mar grandes cantidades de esta sustancia procedente de Marruecos a través del litoral de las provincias de Almería y Granada para su posterior distribución en países de la Unión Europea.
El Alto Tribunal desestima en su sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, el recurso de casación interpuesto por la defensa de cuatro de los procesados al considerar que quedó acreditado en juicio que pertenecían a la red y que participaron en los alijos abortados por las agentes de la Guardia Civil.
La sentencia de la Sección Segunda considero a los acusados autores de un delito contra la salud pública por el que les impone penas de entre 3,5 y 2 años de cárcel con las que algunos mostraron conformidad ante la sala además de multas de 8,8 y 13,2 millones de euros si bien al cabecilla de la organización, un ciudadano rumano de 36 años, le condenó a tres años y siete meses de prisión.
La banda, desmantelada en varias fases desarrolladas entre febrero y junio de 2006 durante la operación policial denominada 'Roto', se dedicaba, normalmente de madrugada, al transporte del hachís desde Marruecos a las playas de Almería y Granada en embarcaciones tipo zódiac de gran potencia y tripuladas por tres miembros de origen marroquí.
En el lugar de destino solían esperar los otros integrantes de la red, de nacionalidad rumana y española, con vehículos robados o alquilados en los que procedían a cargar la droga y trasladarla hasta varios inmuebles ubicados en Roquetas de Mar (Almería) donde la guardaban para su distribución en España y la UE.
La operación se activó a las 04,00 horas del 8 de mayo de 2006 después de que agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil abortasen un alijo de 109 fardos de droga con un peso de más de tres toneladas y un contenido de THC del 12,4 por ciento en el paraje Rambla de Caserones, en el término municipal de Polopos (Granada).
La embarcación de 16 metros de eslora, 3,6 metros de manga y cuatro motores fuera borda de 250 cv que fue utilizada para el tráfico puso sobre la pista del resto de miembros de la banda a la Guardia Civil ya que había sido sustraída días antes a su propietario en la localidad almeriense de Adra.
El tribunal consideró probado, así, a la vista de la prueba testifical, pericial y documental practicada, que los tres ciudadanos marroquíes que tripulaban la lancha habían concertado previamente y de forma coordinada el desembarco con el jefe de la red, quien a su vez, y con ayuda de dos lugartenientes, había organizado la recepción de la droga.
El fallo atribuyó además a la banda una alta preparación al contar con una logística depurada que les permitía administrar un importante operativo económico, conseguir locales para almacenar el hachís y los vehículos usados para el transporte al tiempo que empleaban diversas técnicas para aludir posibles acciones de seguimiento y vigilancia policial.
