La Junta destinará 290.000 euros a la restauración de la torre del yacimiento arqueológico de Doña Blanca

Actualizado: sábado, 23 mayo 2009 12:33

CÁDIZ, 23 May. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Cultura anunció hoy que, a través de su Dirección General de Bienes Culturales, llevará a cabo las obras de restauración de la torre de Doña Blanca, ubicada en el yacimiento arqueológico de El Puerto de Santa María (Cádiz), con un presupuesto cercano a los 290.000 euros.

Fuentes de la Consejería explicaron a Europa Press que, además de las tareas de limpieza, se desarrollarán labores de conservación, restauración y de construcción de espacios expositivos en el interior del inmueble.

Según las mismas fuentes, la torre de Doña Blanca se construyó a finales del siglo XV y se considera un elemento "muy significativo" por el hecho de ser "el único testimonio de la época de la Reconquista que se mantiene en buenas condiciones".

Se trata de una cruz griega con una base de 12,25 por 12,45 metros y muros de un metro y 20 centímetros de espesor. A este edificio se le denomina popularmente Torre o Castillo de Doña Blanca, ya que la tradición popular la identifica como el lugar en el que sufrió prisión doña Blanca de Borbón, esposa de Pedro I.

A lo largo de su historia sufrió varias modificaciones, como la instalación de una escalera en espiral, que será demolida para devolver el inmueble a su estado original. Una vez que se adjudiquen las obras, lo primero que se hará será, precisamente, demoler dicha escalera y desmontar los forjados, la cubierta y la carpintería.

Posteriormente, se llevará a cabo la limpieza interior y exterior, la protección de las estructuras existentes en muros y bóvedas asegurando su estabilidad mecánica y el arreglo interior para la construcción de un pequeño espacio expositivo, entre otras reformas.

EL YACIMIENTO

Los restos más antiguos encontrados en el yacimiento pertenecen a una fase tardía de la Edad del Cobre, a finales del III milenio antes de Cristo. De esta fase se han excavado algunos fondos de cabañas dispersas por la base del yacimiento que se adaptan a la topografía original del terreno.

Tras un periodo de abandono, el yacimiento permaneció deshabitado hasta la primera mitad del siglo VIII antes de Cristo, momento en el que volvió a ser ocupado hasta la llegada de los romanos a la Península Ibérica con motivo de la Segunda Guerra Púnica, a finales del siglo III antes de Cristo.

Durante estos cinco siglos de ocupación ininterrumpida, la ciudad sufrió varias remodelaciones urbanísticas y la construcción de otras dos murallas. El yacimiento volvió a quedar abandonado hasta época medieval islámica. Ya casi entrado el siglo XVI se erigió una ermita, de planta de cruz griega, que es la torre que aún se conserva y que va a ser restaurada.