CÁDIZ, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Policía Local de Cádiz ha tenido que intervenir ante los altercados que se han registrado a las puertas de la sede de la Asociación vecinal Cerro del Moro, después de que miembros de la junta directiva de la misma haya requerido la presencia policial.
Según informa la Policía en un comunicado, en torno a las 18,30 horas de este lunes, agentes han sido requeridos por miembros de la junta directiva de la Asociación de Vecinos del Cerro del Moro, ya que "se sentían amenazados" por la presencia de alrededor de unas 50 personas que estaban frente a las puertas de la sede vecinal.
Los agentes allí personados han garantizado la seguridad de los miembros de la junta de la asociación y "ante los gritos, insultos, amenazas y estado de tensión" que se estaba registrando, han escoltado a pie a dos miembros de la citada asociación hasta sus domicilios, y en un patrullero a un tercer miembro de la junta directiva.
Según han relatado dichas personas a los agentes de la Policía Local "se habían producido amenazas, intimidación y una agresión a uno de sus miembros", y han anunciado que mañana martes interpondrían la correspondiente denuncia en dependencias de la Policía Nacional.
Cabe recordar que este lunes se ha producido el desalojo de la vivienda okupada de la calle Grazalema, situada en la zona conocida como Cerro del Moro, ha sido pospuesto hasta este martes según la mujer que intentó quemarse a lo bonzo la semana pasada en las oficinas de la empresa municipal de vivienda de Cádiz (Procasa), que es una de las personas que reside ilegalmente en ella.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Cádiz ha informado de que las gestiones que ha realizado los Servicios Sociales durante este lunes con las dos familias que okupaban viviendas en la zona conocida como Cerro del Moro han desembocado en "soluciones que parecen definitivas si no se plantean nuevos cambios de parecer por parte de las familias".
Respecto a la familia que okupaba la vivienda de la calle Alcalde Blázquez, la labor del Consistorio "ha posibilitado encontrar una vivienda en el casco histórico que se adapta a las necesidades de dicha familia y no requiere para su alquiler de la figura de un avalista".
En referencia a la familia que okupa una vivienda en la calle Grazalema, también se ha encontrado solución a su situación "puesto que, tal como informó la propia familia, un empresario ofreció públicamente un trabajo para los hijos de la pareja y también se prestó a ejercer de avalista".
