CÓRDOBA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Diputación de Córdoba, Antonio Ruiz, ha manifestado su pesar por el fallecimiento del poeta cordobés Pablo García Baena, a los 94 años de edad, una "pérdida repentina" que deja a los cordobeses "huérfanos de esa figura literaria" que, además, ha sido una persona "comprometida con la vida social y cultural de Córdoba ciudad y la provincia".
Así lo ha manifestado Antonio Ruiz en declaraciones a los periodistas en la capilla ardiente del poeta, donde ha resaltado que es un día "triste", pues "'Cántico' se queda sin voz, sin una voz principal", mientras que los cordobeses pierden a un hombre "comprometido con la cultura, no solo con su obra", que tenía "actitud siempre de colaboración, de presencia y apoyo a la cultura cordobesa".
Además, el máximo representante de la institución provincial ha recordado que desde la Diputación "estábamos trabajando con él constantemente", ya que "había sido jurado de nuestro premio Vicente Núñez", a la vez que "estamos trabajando en esa publicación en italiano de su obra", ha subrayado.
Nacido en Córdoba en 1923, García Baena fue fundador y director de la revista 'Cántico' junto con Ricardo Molina y Juan Bernier. Cursó estudios de Dibujo e Historia del Arte. En los años 40, conoció a Juan Bernier, quien orientó sus lecturas descubriendo a Proust, Juan Ramón Jiménez y Cernuda.
En el año 1942 estrenó en su ciudad natal la escenificación de cuatro poemas de San Juan de la Cruz y comenzó a colaborar en el diario local con poemas y dibujos, firmando a veces con una 'E' mayúscula. Más tarde envió colaboraciones a 'El Español' y a 'La Estafeta Literaria' con su nombre o con el seudónimo de Luis de Cárdenas. En 1946 publicó su primer poemario en la revista 'Fantasía'.
Un año después, en 1947, tanto él como Ricardo Molina concurrieron sin éxito al premio 'Adonais' de poesía. Este rechazo oficial los movió a crear la revista 'Cántico' (1947), una de las más importantes de la postguerra española y convirtiendo a Córdoba en la capital poética de Andalucía.
En el año 1964, junto con otros amigos, viajó por la Costa Azul francesa, la Riviera italiana, Milán, Florencia, Venecia, Roma, Nápoles, Capri, Atenas, Delfos, Athos, El Cairo y Alejandría. A su vuelta en 1965 fijó su residencia en Málaga. Actualmente residía en Córdoba. Fue Premio Príncipe de Asturias en 1984, año en el que también fue nombrado Hijo Predilecto de la Ciudad de Córdoba.
Ha sido director emérito del Centro Andaluz de las Letras (CAL), que acordó nombrarlo Autor del Año 2018, distinción que el poeta calificó a mediados del mes de noviembre de 2017 como "una exageración". Por parte del CAL destacaron de García Baena "su profunda renovación de la lírica andaluza, a partir de su propia tradición poética, en la que el barroco dialoga con la modernidad".
SU OBRA
La obra poética del autor cordobés ha destacado por su acento gongorino, de gran sensualidad, con una clara presencia de la temática religiosa, donde destacan las alusiones a los ritos y procesiones andaluces.
García Baena, que pertenecía al Grupo Cántico, recibió en el año 1984 el Premio Príncipe de Asturias, y contaba además con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, concedido en 2008, y el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca recibido en 2012. También era Hijo Predilecto de Andalucía.
Ha publicado los poemarios 'Rumor oculto' (1946), 'Mientras cantan los pájaros' (1948), 'Antiguo muchacho' (1950), 'Junio' (1957), 'Óleo' (1958), 'Antología poética' (1959), 'Almoneda' (1971), 'Doce viejos poemas de ocasión' (1971), 'Poemas' (1975), 'Antes que el tiempo acabe' (1978), 'Tres voces del verano' (1980), 'Poesía completa' (1982), 'Fieles guirnaldas fugitivas' (1982), 'Gozos para la navidad de Vicente Núñez' (1984), 'Antología última' (1989) y 'Recogimiento' (2000).
