Actualizado 27/02/2010 13:15

Casi una treintena de niños se acerca en el MPM al color y el movimiento a través de la obra de Kupka

MÁLAGA, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

Casi una treintena de niños de entre seis y nueve años participaron en los talleres '¡No te quedes quieto!', organizados por el Museo Picasso Málaga (MPM) para las vacaciones de Semana Blanca y con los que los pequeños pudieron conocer los colores y trabajar la expresión del movimiento a través de la obra del checo Frantisek Kupka, coetáneo de Picasso.

Precisamente, desde el MPM optaron por trabajar dichos aspectos en estas jornadas, desarrolladas los pasados martes y miércoles, de 11.00 a 14.00 horas, aprovechando la exposición 'Frantisek Kupka. Obras de la Colección del Centro Pompidou', que puede verse en las salas del Palacio de Buenavista hasta el próximo 25 de abril, según informó a Europa Press María José Valverde, trabajadora del Departamento de Educación del museo.

De esta forma, los niños visitaban primero la sala donde está la muestra de Kupka para observar las piezas --se exhiben 91 procedentes del Centro Georges Pompidou de París-- y hablar, de "forma abierta e interactiva", sobre las imágenes que contemplaban.

A continuación, se dividían en dos grupos y pasaban a los talleres, en los que, partiendo de la idea explicada acerca de los colores y el movimiento de las obras, tenían que realizar las suyas con acuarelas, según explicó Valverde.

De esta forma, aprendían la técnica de la acuarela e investigaban cómo cambian los colores al contacto con el agua y cómo dibujar siluetas, recortarlas y combinarlas para crear el efecto del movimiento, manifestó Valverde, quien añadió que los talleres se completaron con cuentacuentos y juegos.

Según esta miembro del Departamento de Educación del MPM, esta actividad "es muy interesante porque no sólo hablan de lo que ven en las salas, sino también de su propia obra". OTROS TALLERES

El Museo Picasso Málaga, además de los talleres de vacaciones, que desarrolla durante Semana Santa, Navidad y Semana Blanca, organiza otros como los escolares y los de verano. En ellos, se intenta utilizar los distintos espacios de la pinacoteca para que los niños conozcan sus instalaciones con más profundidad.

La finalidad de todos ellos, aclaró Valverde, es que los niños trabajen en equipo, aprendan a compartir y debatir, así como que conciban el museo como un lugar donde pueden aprender y divertirse. "Consideramos que puede ser muy divertido aprender observando", puntualizó.