Actualizado 21/07/2010 07:54

La elegancia interpretativa de Madeleine Peyroux, hoy en el Festival de Jazz en la Costa

GRANADA, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

La elegancia interpretativa de la cantante, guitarrista y compositora Madeleine Peyroux llegará este miércoles al escenario del Festival de Jazz en la Costa, en el Parque del Majuelo de Almuñécar (Granada), en la ya tradicional noche dedicada a las vocalistas femeninas de jazz.

Peyroux, reconocida como una de las mejores cantantes de la escena internacional actual, nació en Athens (Georgia) y creció entre el sur de California, Brooklyn y París. Y fue en la ciudad del Sena en la que pasó su juventud. A Madeleine le gustaba tanto cantar y emular a Bessie Smith, Jonni Mitchell o a Billy Holliday que decidió rodearse de una buena banda y cantar, aunque fuera en la calle; y el barrio latino fue el lugar donde inició su carrera.

Con sólo 16 años se une a Lost Wandering Blues and Jazz Band y comienza a viajar por media Europa hasta que en 1996, de vuelta a Estados Unidos, decide que ha llegado el momento de registrar todas aquellas canciones y experiencias musicales vividas; y debuta en el mundo discográfico con 'Dreamland', que la aupó repentinamente a la fama. La crítica sorprendida, se preguntaba cómo alguien tan joven era capaz de interpretar a clásicos como Billy Holliday, Bessie Smith o Patsy Cline tan convincentemente.

De su primer disco vende un millón de copias y las revistas 'Time', 'Wall Street Journal' y 'Newsweek' la califican como "la mejor voz del año" y el éxito fue tan apabullante que Madeleine, decidió retirarse un tiempo. Aunque no deja de cantar por Estados Unidos y Europa, transcurren ocho años hasta la siguiente grabación de 'Careless Love' (2004) y dos años más tarde 'Half the Perfect World' (2006).

Madeleine Peyroux no es una cantante de moda de voz almibarada. Su turbia voz, cautiva y mantiene intacta la esencia del jazz y a pesar de atreverse con otras sonoridades cercanas al folk y a la canción de autor, nunca cae en la vulgaridad. En su obra caben adaptaciones temperamentales de autores como Leonard Cohen, Tom Waits o Serge Gainsbourg -con la maravillosa versión de La Javanaisede-, pero también, cada vez más, sus propias composiciones.

Su nuevo disco, 'Bare Bones' (2009), llega después de tres años de silencio y está integrado completamente por temas propios, con la producción, al igual que en sus dos discos predecesores, del que fuera productor de Joni Mitchell, Larry Klein. Un nuevo trabajo personal, fluido y apasionante que es un viaje interior hacia el fascinante mundo de esta extraordinaria artista que en directo, resulta cercana y entrañable, arropada por un grupo de músicos efectivo y experimentado, con un repertorio amplio y versátil que es un lujo para los sentidos.