GRANADA, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
Después de 50 años de 'rock and roll', Miguel Ríos se despedirá de los escenarios con la gira 'Bye Bye Ríos: rock hasta el final' que arranca este viernes en Granada, su ciudad natal, y que recalará también en Valencia, Madrid, A Coruña, Barcelona y Santander.
En Granada ofrecerá dos conciertos, el 17 y el 18 de septiembre, los dos con las entradas agotadas, en el Palacio de Deportes, donde el cantante granadino hará un extenso repaso por los grandes temas de toda su carrera. La gira, con un total de 50.000 entradas vendidas, le llevará el 30 de octubre al Pabellón Fuente de San Luis de Valencia; el 4 de noviembre al Sant Jordi Club de Barcelona y sólo dos días después al Palacio de Deportes de Madrid, donde también ofrecerá un espectáculo al día siguiente. Ha sumado recientemente las citas de A Coruña (20 de noviembre) y Santander (4 de diciembre).
Para una ocasión tan especial, algunos de sus grandes amigos, entre los que se encuentran Pereza, Juanes, Rosendo, Carlos Tarque y Amaral han querido acompañarle en la reinterpretación del tema 'Bye Bye Ríos'. La canción, además, estará acompañada de un vídeo-clip en el que se integrarán las portadas de grandes discos de Miguel Ríos como 'Los Viejos Rockeros Nunca Mueren', o 'Vuelvo a Granada'.
Por otro lado, Ríos promocionará la conmemoración en 2013 del Milenio de la Fundación del Reino de Granada por toda España, "encantado" de ser el embajador del Milenio fuera de Granada y con el deseo de poder saldar de este modo la deuda que, de alguna manera, tiene con la ciudad desde que "huyera" de ella en los años sesenta ante la imposibilidad de crecer artísticamente y como "ser humano. "Era una ciudad que revoloteaba en el sopor histórico en el que estaba inmersa, aunque he procurado minimizar sus defectos fuera y no contar sus miserias", ha dicho.
En la presentación de su gira, que hizo el pasado 10 de junio en el Ayuntamiento de Granada, Miguel Ríos dijo querer decir adiós a los escenarios para no "dejar un bello cadáver" y sí "un bello recuerdo" en sus seguidores y hacerlo además con la "gallardía y actitud rockera" del que puede elegir "su principio y su final", porque de lo contrario se convertiría, bromeó, en un 'rolling stone'.
Ríos ha acumulado durante estos últimos meses "adrenalina" suficiente, según señaló entonces, para ofrecer de una manera "rebrillante" el que será su "último canto de cisne", que será grabado y editado en un último disco.
Después del rock de calle, que le llevará también por última vez a tierras americanas, a las que debe también un "gracias", Miguel Ríos quiere dedicarse a leer, de forma mucho "más aplicada", y a escribir tratando el estilo biográfico. En definitiva, y "aunque suene a canción", a una "asignatura pendiente", que es "aprender a vivir" y no desde la "atalaya", ya sin el "uniforme de rockero".
Prevé poner en marcha la fundación 'Solidarirock', para aplacar quizá su "mono" de conciertos, e implicarse en campañas para la recuperación de la memoria histórica. "Me apetece devolver a la sociedad lo que la sociedad me ha dado", mantuvo el que se autodenomina como un "eterno aprendiz".
