Cuenta con dirección musical de Will Humburg y con producción escénica de Giulio Ciabatti para el Teatro Lírico 'Giuseppe Verdi' de Trieste
SEVILLA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
Entre el 17 y el 30 de marzo de 2012 y a lo largo de cinco funciones, el Teatro de la Maestranza de Sevilla acogerá la ópera 'Lucia di Lammermoor', una drama Trágico en tres actos de Gaetano Donizetti (1797-1848), con libreto de Salvatore Cammarano (1801-1852), y con la soprano Mariola Cantarero en el papel de Lucia Asthon y el tenor Stephen Costello en el de Edgardo, escoltados por el gran barítono andaluz Juan Jesús Rodríguez y el bajo-barítono mallorquín Simón Orfila.
La relación, crecientemente cómplice y estrecha, de la soprano granadina Mariola Cantarero (1978) con el Teatro de la Maestranza está dando lugar, sin género de dudas, a algunas de las mejores veladas musicales de los últimos años, como el público ha ratificado aclamándola en géneros y repertorios tan dispares como 'La Traviata', de Verdi, 'Doña Francisquita', de Amadeo Vives, o 'Carmina Burana', de Orff, apunta este espacio escénico en su web.
Basada en la novela The Bride of Lammermoor de Sir Walter Scott (1771-1832) y estreno en Nápoles el 26 de septiembre de 1835, esta ópera es una tragedia de coloraturas encendidas y bellas y elegantes melodías que contiene una de las escenas más intensas y difíciles de toda la literatura operística: el aria de la locura de Lucia. Asimismo, este proyecto cuenta con la dirección musical del maestro Will Humburg y con producción escénica de Giulio Ciabatti para el Teatro Lírico 'Giuseppe Verdi' de Trieste.
Además, cuenta con la participación de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, bajo la dirección artística de Pedro Halffter, y el Coro de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza, dirigido por Iñigo Sampil. Las representaciones serán sábado 17, martes 20, viernes 23, martes 27, y viernes 30 de marzo a las 20,30 horas.
ARGUMENTO
Escocia, parajes de Lammemoor, a finales del siglo XVI. Lord Enrico Ashton y una partida de sus hombres tratan de encontrar al misterioso personaje que se entrevista con su hermana Lucia, en la costa cercana al castillo de Lammermoor. Lord Enrico quiere casar a su hermana con el rico Arthur Buclaw, pero Lucia lo rechaza. Normanno, confidente de Enrico, le informa que Lucia está realmente enamorada de Edgardo di Ravenswood, enemigo de Enrico pues, hace tiempo, los Ashton desposeyeron a los Ravenswood de su castillo. Pese a los consejos del sacerdote Raimondo Bidelbent, lord Enrico estalla furioso por la noticia.
Junto a una fuente, Lucia explica a su confidente Alisa que sus aguas aún se tiñen de rojo debido a que, siglos atrás, un Ravenswood mató allí a su esposa, que cayó en la fuente. Alisa, que siente un mal presagio, le ruega a Lucia que huya, pues Enrico busca a Edgardo para matarlo. Entonces, llega Edgardo, que pretende hacer las paces con Enrico antes de partir a Francia, por motivos políticos. Lucia le desaconseja el encuentro y ambos se juran fidelidad eterna sellándola con un anillo.
En el castillo, lord Enrico logra convencer a Lucia de la infidelidad de Edgardo, que en el extranjero se habría enamorado de otra mujer, entregándole como prueba una carta falsificada por Normanno. Pese a las resistencias de Lucia, la intervención del sacerdote Bidelbent logra convencerla de contraer matrimonio con el influyente Arthur Buclaw, boda que salvará económicamente a la arruinada familia Ashton. El enlace se celebra ante notario, pero justo cuando Lucía firma el contrato, aparece Edgardo, espada en mano. Viendo que Lucia ya ha contraído nupcias, la maldice. Enrico y Arthur desenvainan, pero Bidelbent logra imponer la paz. Edgardo se retira entre recriminaciones.
En la torre semiderruida de Wolferag, Enrico, en medio de la tempestad, reta a muerte a Edgardo. El duelo será, al alba, en el camposanto de los Ravenswood. Mientras en el salón se celebra la fiesta nupcial, Lucia, enajenada, irrumpe en él con el camisón ensangrentado y una daga en la mano, pues en un rapto de locura ha matado a Arthur en el lecho nupcial. Ante todos, y en un estado de visible demencia, se cree ante el altar junto a Edgardo. Luego, tras desearse pronta muerte, se desploma, inconsciente.
De madrugada, en el cementerio de los Ravenswood, Edgardo, al llegar al duelo ve las luces del cercano castillo y piensa que aún se está celebrando el enlace. Sin embargo, la aparición de una comitiva funeral presidida por Raimondo Bidelbent le informa de que Lucia ha muerto. Edgardo, desesperado, toma el puñal de un soldado del cortejo fúnebre, y se suicida.
