Publicado 18/12/2014 18:42

Málaga reivindica a Ricardo de Orueta, uno de los defensores del patrimonio histórico y cultural

De la Torre en MUPAM en exposición dedicada a Ricardo de Orueta
EUROPA PRESS

Afirman que hay "una deuda pendiente con este patriota" y lamentan que sea "uno de los secretos mejor guardados de la historia"

MÁLAGA, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

Una exposición en el Museo del Patrimonio Municipal (MUPAM) de Málaga, organizada conjuntamente por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Ayuntamiento de la capital y la Residencia de Estudiantes, reivindica la figura del malagueño Ricardo de Orueta (1868-1939), uno de los defensores del patrimonio histórico y cultural español, que fue durante la Segunda República director general de Bellas Artes.

La muestra 'Esto me trae aquí. Ricardo de Orueta (1868-1939), en el frente del arte', que ha visitado ya Valladolid, está comisariada por María Bolaños y Miguel Cabañas y permanecerá en la capital malagueña hasta el próximo 8 de marzo. Desde Málaga partirá hacia la Residencia de Estudiantes de Madrid.

Con ella se rinde homenaje, en el 75 aniversario de su fallecimiento, a uno de los artífices de la entrada de España en la modernidad y una figura imprescindible en el ámbito del arte y del patrimonio.

Esta propuesta, que cuenta con la colaboración del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), traza un recorrido por la biografía personal, intelectual y política de Orueta, una figura siempre omitida cuando se escribe la Edad de Plata del primer tercio del siglo XX español, tal y como han coincidido en destacar los comisarios.

Un olvido "injusto", en tanto que en vida Orueta dio testimonio de una autoridad artística, una integridad moral y una modernidad como gestor cultural protector del patrimonio que le valieron un extendido aprecio público.

María Bolaños, también directora del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, ha afirmado este jueves que Málaga "era una estación imprescindible" en esta muestra, ya que, "aunque Orueta desarrolló su vida en Madrid, nunca dejó de ser un malagueño muy apegado a su ciudad".

Ese "mundo malagueño" que le caracterizó siempre se traduce en el seguimiento de las excavaciones de Gibralfaro o la restauración de la Alcazaba, según Bolaños. Además, ha precisado, "promovió en Málaga la creación de una especie de museo casi nacional especializado en la pintura de finales del XIX y consiguió casi 100 obras depositadas, entre ellas del Museo del Prado".

"Orueta es uno de los secretos mejor guardados de la historia malagueña y española, un secreto injusto", ha lamentado Bolaños, ya que, tal y como ha aseverado, se trata de "una figura trascendente en la historia de nuestra cultura y sobre todo de Andalucía".

De hecho, ha considerado que "hay una deuda pendiente con este patriota", dejando claro que "España no sería lo que es y no tendría el patrimonio del que presume si Ricardo de Orueta no hubiera hecho su labor".

Por su parte, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha dicho durante la rueda de prensa, en la que también ha estado presente el director de Programas de la sociedad estatal Acción Cultural Española (AC/E), Jorge Sobredo, que esta exposición "es de justicia" para poner en valor la labor de Orueta, "un gran museógrafo", que tenía como objetivo salvar el patrimonio cultural e histórico de España, "amenazado, desvalijado y olvidado". Así, aunque una calle de la capital malagueña lleva su nombre, ha pedido que "se le saque del olvido".

Con el título 'Esto me trae aquí' se resume la combativa decisión de Orueta de poner a España a la cabeza de las naciones europeas en el respeto, la custodia y la concienciación del valor de su tesoro artístico.

PIEZAS

Todo ello queda plasmado en más de un centenar de piezas, entre esculturas, libros, documentos personales, cartas, manuscritos y pinturas, las cuales se dividen en tres bloques cronológicos, según ha indicado Miguel Cabañas, profesor e investigador del CSIC.

Así, el primer ámbito de la exposición --'En una Málaga bullente. 1868-1910'-- introduce al visitante en los años de Orueta en la capital malagueña, donde crece en un ambiente reformista y cultivado y se relaciona con artistas e intelectuales, siendo evidente su afición por la escultura.

La siguiente etapa, 'En el hervidero madrileño. 1911-1931', cuenta su llegada a Madrid, su entrada en el Centro de Estudios Históricos, su integración en los núcleos intelectuales y las plataformas públicas y su ingreso en la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Y, finalmente, 'En la defensa republicana del patrimonio' se muestra al Orueta que, nombrado director general de Bellas Artes en plena República, peleó por el patrimonio del país, dedicó especial atención a los museos, consiguió la conversión en Museo Nacional del Provincial de Bellas Artes de Valladolid, intensificó la presencia en el extranjero de la cultura española y lanzó un plan de inversiones en monumentos y museos.