Actualizado 01/07/2014 14:04

Finaliza la restauración del Tríptico del Maestro de Mendicidad, que ya se expone en la Sala Capitular

Presentación del Tríptico de la Mendicidad
EUROPA PRESS

SEVILLA, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha presentado este martes la finalización de las obras de restauración del Tríptico del Maestro de la Mendicidad, "una de las obras maestras del primer Renacimiento en Andalucía", y del Crucificado de Juan Gui Romano, unas actuaciones desarrolladas por el restaurador Enrique Gutiérrez Carrasquilla y que han permitido salvar este rico patrimonio que contaba con un "preocupante" estado de conservación.

En rueda de prensa, Zoido ha detallado que la restauración del Tríptico del Maestro de la Mendicidad, comenzado en julio de 2013 en las mismas instalaciones de la Casa Consistorial, se enmarca en el proceso de conservación, estudio y catalogación de los bienes municipales dentro del "ambicioso" proyecto Patrimonium Hispalense, que "es algo más que una marca, es un verdadero plan de actuación". "El patrimonio municipal hispalense es de los más ricos de España y precisamente en la tarea de su estudio, conservación e investigación es en la que me he comprometido personalmente", recalca.

Explica que el estado de conservación en el que se encontraban estas tres tablas era "realmente preocupante", aunque se ha llegado "en el momento oportuno". "El proceso de degradación y deterioro hubiera sido irreparable debido a que las tablas estaban completamente abiertas debido a la mala calidad de la madera empleada en su momento como soporte", agrega, señalando que su consolidación y, sobre todo, la eliminación de abundantes repintes, ha dado lugar a la aparición de numerosas áreas con pigmento original intacto que "demuestran la importancia de este tríptico y su calidad".

Además, anuncia que tras el verano se publicará el estudio realizado en profundidad de esta obra, que menciona además que la obra procede del desaparecido Hospital de San Hermenegildo o del Cardenal Juan de Cervantes fundado en el siglo XV y donde esta obra cumplió una finalidad "devocional y simbólica", según detalla Zoido, que indica que la pintura podría mostrar "grandes deudas con Alejo Fernández", pudiendo haber sido pintada "entre 1525 y 1530 por uno de sus discípulos más aventajados".

En este sentido, el historiador del Arte Juan Antonio Gómez Sánchez ha mantenido que la autoría del tríptico sigue siendo anónima, apuntando al bautizado como Maestro de la Mendicidad, del que sólo se conservarían otras dos obras que actualmente están en paradero desconocido, añadiendo que el estilo del tríptico "no se relaciona con ninguno de los grandes maestros cuyos nombres se conocen".

El alcalde ha recalcado que uno de los fines de Patrimonium Hispalense es publicar en su colección los avances producidos en el patrimonio municipal, con una cuidada edición que, "fruto del rigor científico", mostrará todas las conclusiones.

CAMBIO DE UBICACIÓN

Ha anunciado que el tríptico a partir de ahora cambia su ubicación y se expondrá de forma permanente en la Sala Capitular baja del Ayuntamiento de Sevilla, ya que en la ubicación anterior --la Sala Capitular alta-- estaba expuesto "a continuos cambios de temperatura, "una de las consecuencias de su degradación". A esto suma que "la cronología del tríptico es más acorde en esta sala".

"Lo hacemos con el propósito de legarlo en las mejores condiciones a las generaciones futuras, porque si no conservamos nuestra riqueza cultural lo único que hacemos es olvidarnos de lo que somos y de dónde venimos. Ambas pinturas pasaron a formar parte del patrimonio municipal en el siglo XIX, momento en el que el patrimonio de los hospitales pasó a las corporaciones locales, una situación ante la que unas lo conservaron, otras permitieron su expolio y nosotros hoy lo conservamos y estudiamos para el disfrute de todos los sevillanos", sentencia.

ACTUACIÓN EN EL TRÍPTICO, CON "DAÑOS IRREVERSIBLES"

Por su parte, Carrasquilla ha puesto en valor el Tríptico de la Mendicidad, de transición gótico renacentista, que ha contado con una "compleja" historia de traslados, desde el Hospital de San Hermenegildo, al Museo de Bellas Artes o los Reales Alcázares, hasta que llegara a la sede central del Ayuntamiento en 1992. Se trata de tres pinturas sobre tabla unidas por unos barrotes de madera por el reverso al modo tradicional de la época y, según señala Carrasquilla, ha sufrido "numerosas intervenciones y modificaciones, algunas causando daños irreversibles, por lo que con toda seguridad no es la actual su configuración original".

"La pintura ha sufrido modificaciones con la aplicación de elementos ajenos a ella, como son las molduras doradas perimetrales y los tres actor de tipo conopial que coronan las pinturas, así como el color rojo de la zona superior, que ha sido eliminado y ocultaba un tono azul", añade. La obra, de 231 por 211 centímetros y con un soporte de madera de castaño, contaba con un "deficiente estado de conservación", pese a que en 1992 fue intervenida de urgencia, provocado principalmente por las características propias de los materiales y su "envejecimiento natural", a lo que añade factores externos medioambientales y alteraciones biológicas y microbiológicas.

En este marco, se ha realizado un tratamiento insecticida preventivo, se ha consolidado la estructura --con injertos y nuevos barrotes--, se ha eliminado óxido, resanados y sellados; además de eliminar los "durísimos" estucos de relleno que desbordaban sobre la pintura ocultando gran parte de ella, así como el barniz resinoso y la capa de yeso subyacente de la parte superior. Por último, se ha acometido la reintegración cromática.

INTERVENCIÓN EN EL CRUCIFICADO

En cuanto al Crucificado de Juan Gui Romano, fechado en 1611, asegura que supone una pieza de "gran interés para entender el tránsito de las forma del manierismo reformado al naturalismo en la pintura sevillana". La obra, procedente del Hogar Virgen de los Reyes, supone una de las únicas obras firmadas y fechadas junto al Descendimiento de la Cruz de la iglesia de San Martín.

"La restauración ha sido vital para demostrar las tonalidades, pigmentos y técnica del artista al contar con escasas obras de su catálogo y ser puente entre la pintura del manierismo y el naturalismo y constatar la influencia de las formas italianas", destaca. La actuación ha consistido principalmente en la eliminación de la gruesa capa de barniz y repintes que ocultaban el cromatismo real de la superficie pictórica, así como un tratamiento de eliminación de deformaciones en el lienzo.