Asaja asegura que 6.000 de las 12.000 hectáreas calcinadas en Almonaster (Huelva) pertenecen a sus socios

Socios de Asaja verifican los daños del incendio de Almonaster la Real (Huelva).
Socios de Asaja verifican los daños del incendio de Almonaster la Real (Huelva). - ASAJA.
Publicado: viernes, 18 septiembre 2020 14:37

HUELVA, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

La organización agraria Asaja ha asegurado que la mayoría del terreno privado afectado por el incendio de Almonaster la Real (Huelva) pertenece a sus socios, en concreto unas 6.000 de las 12.000 calcinadas por el fuego.

En una nota de prensa, ha indicado que Asaja inició el martes una ronda de visitas entre sus asociados damnificados con el fin de hacer inventario de daños e informar de las posibles ayudas para la restauración y otras compensaciones que se exigirán a la administración.

Unas 6.000 hectáreas de las 12.000 que se han visto afectadas por el incendio de Almonaster que se inició el pasado 27 de agosto pertenecen a socios de Asaja-Huelva, lo que "lamentablemente sitúa a la organización agraria como la más representativa en cuanto a los damnificados por esta nueva tragedia medioambiental y económica que ha afectado a la provincia".

Así, el pasado martes, Asaja-Huelva comenzó una ronda de visitas destinada a conocer de mano de los afectados la verdadera dimensión de los daños que han sufrido. En una primera estimación realizada por teléfono y correo electrónico, más de medio centenar de socios de Asaja-Huelva han reportado daños en unas 6.000 hectáreas. Teniendo en cuenta la gran cantidad de monte público que ha resultado afectado por el incendio, los socios de Asaja-Huelva reunirían la mayor parte de los terrenos de titularidad privada afectados por el incendio.

La primera visita comenzó con un recorrido en coche por la zona sur del incendio, desde Valverde a Zalamea La Real, pasando Sotiel Coronada, Calañas, La Zarza y Perrunal.

A lo largo del trayecto, el técnico responsable del área de Medio Ambiente, Forestal y Caza, Antonio González Morales, visitó a algunos de los socios afectados, con los que tuvo ocasión de comparar sobre el terreno las primeras valoraciones realizadas por la organización y conocer cómo habían vivido las terribles jornadas del incendio, días en los que ni siquiera pudieron dormir y en los que, en algunos casos, tuvieron que jugarse la vida para poder salvar la de su ganado, atrapado en las fincas rodeadas por el fuego.

Las fincas afectadas por el incendio son, fundamentalmente, explotaciones de eucalipto para madera y biomasa (unas 4000 hectáreas), dehesas ganaderas y superficie de pastos (unas 400 hectáreas de enorme valor medioambiental y cultural), terrenos forestales con aprovechamientos cinegéticos, reforestaciones y masas jóvenes de regenerado natural (500 hectáreas), y matorral noble de interés, y pies dispersos de pinos, eucaliptos y quercíneas (unas 1100 hectáreas), entre otros usos.

Entre los principales daños inventariados por el momento por la organización agraria, destacan los causados por las llamas y el humo en la fauna cinegética y silvestre en general, en el ganado y en las infraestructuras de las fincas (alambradas, cercas, mangueras para suministro de agua a abrevaderos y corrales, madera y biomasa, agua, además, por supuesto, del daño medioambiental y paisajístico.

A esto hay que sumar "el enorme riesgo" de erosión que amenaza la zona, sobre todo teniendo en cuenta la proximidad de las lluvias que podrían conllevar, incluso, la contaminación de los ríos y pantanos y el desprendimiento de terrenos sobre carreteras y caminos. Es por tanto "urgente" que se acometan labores previas sobre el terreno para facilitar la infiltración del agua de lluvia y que no se produzcan escorrentías.

LIMPIEZA PREVENTIVA

La visita a la zona afectada por el incendio ha servido para constatar lo que desde Asaja-Huelva ya se ha advertido en incontables ocasiones: "la limpieza del monte es fundamental para evitar y minimizar el efecto del fuego".

Así, las zonas de dehesa, salvo excepciones muy puntuales, han actuado como un cortafuego natural. Es, de hecho, un ecosistema que, por sus aprovechamientos ganaderos y por las características de su arbolado, permanece limpio y ofrece una resistencia mayor a los incendios. Lo mismo ocurre con cualquier tipo de arbolado siempre y cuando los terrenos sean objeto de aprovechamientos forestales, estén "adecuadamente mantenidos, gestionados, y con los trabajos de silvicultura realizados".

Sin embargo, desde Asaja han indicado que "un monte abandonado es un combustible infinito para un incendio, lo que unido a unas condiciones climáticas adversas desemboca en los desastres forestales que Huelva lleva padeciendo en los últimos años".

Por ello, Asaja-Huelva insiste en la necesidad de que la administración realice cambios urgentes en las políticas forestales y en la gestión de los recursos; que realice licitaciones públicas para la gestión y los trabajos silvícolas en los montes públicos apoyándose en las empresas forestales privadas, que tienen la suficiente solvencia técnica para hacerse cargo de estos trabajos, con la consiguiente creación de puestos de trabajo y riqueza para estas zonas.

En este sentido, Asaja-Huelva exige a la administración que cumpla en las fincas públicas con las mismas condiciones de limpieza y mantenimiento que exige a los titulares privados.

POSIBLES AYUDAS

Asaja-Huelva quiere con esta ronda de visitas informar a sus asociados de las posibles ayudas contempladas para este tipo de situaciones. Y que es que, como la organización ha transmitido a la consejera Carmen Crespo en una carta enviada esta semana, el PDR actual articula varias medidas perfectamente válidas para afrontar el problema actual. Por ejemplo, la 8.4.1. Para restauración de terrenos incendiados o la 5.2.1. Para el establecimiento del potencial de producción dañado por desastres naturales, entre otras muchas.

A juicio de Asaja-Huelva, estas medidas deben habilitarse de forma rápida y ágil desde un punto de vista burocrático, para que no ocurra lo mismo que sucedió con las ayudas a la prevención de incendios y a la gestión forestal (8.5.1.), recientemente publicadas en los dos últimos años y que "hoy por hoy siguen sin resolver".

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