Fiscalía pide prisión permanente revisable a los acusados de matar a un anciano en El Campillo

Audiencia Provincial  de Huelva
Europa Press - Archivo
Actualizado: miércoles, 5 septiembre 2018 17:27

HUELVA, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de Huelva ha pedido prisión permanente revisable para J.A.R., D.L.O.P., H.M.S.M. y A.R.A., los cuatro acusados de asesinar a J.R.F., un hombre de 78 años, cuyo cadáver apareció el 1 de septiembre de 2016 con signos de violencia en la finca que guardaba, ubicada en El Campillo (Huelva).

Por estos hechos, según reza en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, considera a estos cuatro varones responsables de un delito de asesinato, en el que concurre el agravante de abuso de superioridad por el que les pide la prisión permanente y, en concepto de responsabilidad civil, una indemnización conjunta y solidaria a los herederos del fallecido en la cuantía de 90.000 euros a los herederos de su cónyuge, y 80.000 euros para cada uno de sus dos hijos.

De igual manera, solicita penas desde los seis años y medio a los nueve años al considerar a estos acusados, que serán juzgados por un jurado popular y que cuentan tres de ellos con antecedentes, también responsables de un delito de robo con fuerza en establecimiento abierto al público fuera de las horas de apertura y de un delito de robo con fuerza en casa habitada.

En cuanto a los hechos, el fiscal relata que sobre las 00,00 horas del día 1 de septiembre de 2016, en compañía del menor de edad M.H.D., que ya ha sido condenado a seis años en un centro de internamiento y a otros dos de libertad vigilada tras una sentencia de conformidad, se reunieron en el domicilio de J A R, y puestos de común acuerdo, decidieron acudir a la citada finca donde, según informaciones obtenidas por el guardés de la misma, tenía guardada una importante suma de dinero, con el fin de apropiarse de ella ilícitamente.

Emprendieron el camino a pie, y al llegar a la altura de la piscina municipal de la localidad de El Campillo, los acusados, en connivencia con el menor de edad, accedieron a la misma, quebrando, para ello la puerta de entrada al recinto y tras igualmente romper la ventana de acceso al ambigú, se apoderaron de 20 pizzas, 30 unidades de paquetes de embutido, patatas, helados y botellas de alcohol, siendo algunas de estas cosas consumidas por los acusados aún dentro del propio establecimiento, siendo todo ello ha sido valorado en 254,20 euros.

Una vez abandonada la piscina municipal, depositaron los objetos sustraídos en una cuneta cercana y emprendieron la marcha hacia la finca para lo cual tenían que hacer una caminata de unos 30 ó 40 minutos por un camino empedrado.

Sobre las 4,00 horas llegaron al exterior de la finca, observando que había una luz exterior encendida, escondiéndose los cinco detrás de una carriola abandonada, tirando uno de ellos una piedra para ver si había movimiento interno.

Tras ello, decidieron acercarse a la casetilla de aperos que servía de vivienda al guardés y agazaparse detrás de la puerta. Fue entonces, cuando uno de los encartados tocó a la puerta, y se escondió detrás de ella, y al salir la víctima con un palo de fregona en las manos, J.A.R., le propinó un fuerte puñetazo que lo hizo caer hacia delante, quedando tendido bocabajo e inconsciente.

A partir de ese momento, "comenzó un calvario para José, donde fue maltratado, golpeado y torturado para que dijese dónde se encontraba el dinero". Para ello, puestos de común acuerdo, "le golpearon con un palo en la espalda y la cabeza, pisaron las costillas, cogieron una cobaya que el hombre tenía en la vivienda para que le mordiera en diversas partes del cuerpo, le amenazaron con cortarle una oreja con un cuchillo de grandes dimensiones, así como le echaron restos de basura encima de su cuerpo y de un liquido de salmuera que había en un barreño".

La agonía de José duró hasta cerca de las 7,00 horas del día 1 de septiembre de 2016, cuando tras registrar toda la vivienda, los cinco jóvenes, decidieron abandonarla dejando al anciano tirado en la puerta de la casa con un hilo de vida, falleciendo instantes más tarde.

Los acusados se apropiaron de dos motosierras, una televisión de plasma, varias cajas de tabaco de la marca Mark 1, el Documento Nacional de Identidad y la cartilla bancaria de la misma, la cual falleció por un shock traumático e hipovolémico secundario a politraumatismos.