Huelva.- Mari Luz.- La mujer de Santiago del Valle, Isabel García, llega a los juzgados para declarar por segunda vez

Actualizado: lunes, 29 septiembre 2008 19:48

HUELVA, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

La mujer de Santiago del Valle, principal acusado de la muerte de la niña de cinco años Mari Luz Cortés, Isabel García, llegó hoy a las 17,00 horas a los juzgados de Huelva para declarar, por segunda vez desde que fuera detenida, ante la titular del Juzgado de Instrucción número 1 que lleva el caso.

De nuevo, a diferencia de la llegada de los hermanos del Valle el pasado 27 de marzo, la tranquilidad ha vuelto a ser la nota predominante en la llegada de Isabel García, que tan sólo ha sido recibida a gritos de "asesina" por una decena de vecinos.

García llegó a los juzgados onubenses procedente de la cárcel Sevilla-II, en la que permanece desde el pasado 28 de marzo al objeto de cumplir la condena de 15 meses de internamiento impuesta por el Juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla por un delito de abusos sexuales al consentir que su marido se aprovechara de su hija de cinco años.

Por estos mismos hechos, Santiago del Valle también cumple condena en la cárcel de Albolote de Granada, a la que fue trasladado el pasado 3 de abril desde el centro penitenciario de Huelva por motivos de seguridad junto a su hermana y también imputada por el presunto asesinato de Mari Luz Cortés, Rosa del Valle.

El pasado mes de abril, cuando se produjo la primera declaración de esta mujer, tuvo que ser trasladada al hospital de la cárcel Sevilla II tras sufrir una crisis de ansiedad con taquicardias mientras declaraba.

Una ambulancia llegó al Palacio de Justicia de Huelva a las 21,50 horas para atender a Isabel García, que permanecía en las dependencias judiciales desde las 16,45 horas, momento en el que fue examinada por el forense durante más de una hora para determinar su estado mental, después de lo que, a partir de las 18,30 horas, comenzó su declaración ante la jueza, que se prolongó durante unas dos horas, momento en el que se hizo un receso a partir del cual comenzaron los interrogatorios a la imputada por parte del fiscal y los abogados de la familia Cortés, Santiago del Valle y su hermana Rosa del Valle.

Precisamente durante este trámite, García se encontró mal y precisó de asistencia de los efectivos sanitarios, que determinarían la paralización del proceso justo antes de la audiencia de la jueza en la que las partes debían pedir los cargos a imputar a la declarante, que salía de las dependencias judiciales 15 minutos después de que lo hicieran la jueza y el fiscal del caso, Alfredo Flores, que explicó que el proceso ha quedado paralizado por una "cuestión médica".

YA CUMPLE CONDENA POR LOS ABUSOS A SU HIJA.

El retraso en la sentencia por los abusos sexuales contra su hija, que motivó que del Valle se encontrase en libertad cuando presuntamente mató a la niña Mari Luz, ha provocado una investigación por parte del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para depurar las responsabilidades que pudieran darse en el retraso en la ejecución de una sentencia que fue dictada en enero de 2006.

Isabel García fue detenida, junto a su marido y su cuñada Rosa el pasado 25 de marzo en Cuenca, aunque tras prestar declaración ante la Policía Nacional, quedó en libertad con cargos, por lo que no acompañó a los otros dos acusados, que fueron trasladados dos días después a Huelva para ponerse a disposición del Juzgado de Instrucción 1 onubense, que decretó la prisión incondicional para ambos.

Por su parte, García permaneció en Sevilla, donde ingresó en prisión un día después, sin haber comparecido ante el juez por su presunta implicación en el caso de la muerte de Mari Luz, que el padre de la niña, Juan José Cortés, siempre ha reivindicado.

No obstante, García, con una "personalidad notablemente influenciable y manipulable", cumple ahora la pena impuesta en 2002 y ratificada en 2005 sobre los presuntos abusos de su marido contra su hija, cuya sentencia explica que la participación de la mujer en los hechos es "clara", ya que "no sólo se realizan los actos lúbricos sobre su hija menor en su presencia, sino que no realiza ningún acto para evitarlos, contribuyendo a imputar los mismos, falsamente, a otra persona" y a pesar de que en alguna ocasión le dijo al acusado que no le hiciera eso a su hija, "lo consintió" y "nunca hizo nada para impedirlos".