HUELVA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
El juicio en la Audiencia Provincial de Huelva contra los tres acusados por la supuesta venta de una menor a una familia rumana ha quedado visto para sentencia tras dos sesiones en las que las defensas han incidido en su absolución.
De este modo, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva acogió este miércoles y el jueves las sesiones de este juicio, donde la menor aseguró que se casó "de manera voluntaria" con su marido, el cual es uno de los acusados por un presunto delito de tráfico de personas y abusos sexuales.
La menor contó que el matrimonio se llevó a cabo en Rumanía, según la tradición de la etnia gitana y remarcó que conoció al que sería su marido y "se casó de manera voluntaria", incidiendo en que quiere vivir con él, según informaron a Europa Press fuentes cercanas al caso.
Los acusados, que se negaron a declarar a preguntas del fiscal y solo contestaron a sus letrados, negaron los hechos y sus abogados piden su absolución. Además de la víctima y los acusados, declaró también como testigo el padre de la menor. Mientras, en la sesión del jueves prestaron declaración los agentes de Policía. La sesión culminó con los informes finales de las partes, quedando el juicio visto para sentencia.
Hay que recordar que el Ministerio Fiscal pide 14 años de prisión para la madre de la chica por un presunto delito de trata de personas, así como pide seis años para una madre y su hijo, el cual se casó con la menor, que se quedó embarazada, y al que piden además cuatro años de prisión por un supuesto abuso sexual.
Hace precisamente un año que agentes de la Policía Nacional liberaron en Huelva a una menor embarazada que "fue previamente vendida por sus progenitores". Según informó la Policía Nacional, "la venta de la joven, de 16 años de edad y natural de Rumanía, fue orquestada por sus padres a cambio de 8.000 euros a una familia rumana para que contrajera matrimonio con un varón del clan".
La investigación comenzó tras presentarse una denuncia ante las autoridades rumanas por parte de un matrimonio de dicho país en el que manifestaban cómo su hija menor había sido secuestrada, metida en un coche a la fuerza ocupado por cuatro individuos y trasladada a España, unos hechos que finalmente no pudieron ser acreditados.
