Innova.- El cambio horario supone a los andaluces un ahorro de 12 millones, equivalente a 30.000 toneladas de petróleo

Actualizado: sábado, 29 marzo 2008 12:08

SEVILLA, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

El cambio horario, que tendrá lugar la próxima madrugada, supondrá un ahorro en Andalucía de 30.000 toneladas de petróleo equivalente a unos 12 millones de euros, la energía suficiente para iluminar durante un año una ciudad como Sevilla

Según los datos aportados por la Agencia Andaluza de la Energía a Europa Press, los 2,5 millones de hogares andaluces que se unirán a la iniciativa europea contribuirán a "un mayor aprovechamiento" de la luz diurna, objetivo principal del retraso o adelanto de una hora en el reloj.

Esta reducción del gasto energético se aprecia "sobre todo" en verano y no tanto en invierno, ya que en octubre, al retrasar la hora, el tiempo de luz solar se acorta y "no es tan significativo" como en el período estival. Antes, el cambio de horario se realizaba en septiembre y, entonces, el ahorro "sí que era más apreciable".

Asimismo, los españoles se ahorrarán un cinco por ciento en concepto de iluminación de hogares, lo que supone unos 60 millones de euros, y un tres por ciento en el consumo de aire acondicionado en el sector del comercio y servicios, es decir, aproximadamente seis millones de euros.

PRIMEROS CAMBIOS EN IRLANDA Y GRAN BRETAÑA.

Los primeros que decidieron modificar las horas con el objetivo de conseguir un ahorro energético fueron los británicos e irlandeses, que decidieron adoptar el horario de verano para no malgastar carbón y no consumir demasiada luz eléctrica en 1916. España y Francia se sumaron a la iniciativa tres años más tarde.

Tras la II Guerra Mundial, desapareció el cambio horario, pero fue rescatado por Francia en 1974 como consecuencia de la crisis del petróleo. El resto de países europeos siguieron al país galo, primero voluntariamente --Alemania y Dinamarca-- y después obligados por la Primera Directiva comunitaria que se redactó al respecto con fecha de 22 de julio de 1980. En ella se establecía que el horario de verano se iniciaba en marzo y el de invierno, en septiembre, excepto para los británicos que era en octubre.

Esta directiva es renovada regularmente por el Parlamento Europeo con objeto de armonizar los distintos horarios de los miembros. La última en ser aprobada por el Consejo de Ministros de la Unión Europea fue la Novena Directiva, en la que se establece con carácter permanente las fechas de inicio y fin del período, en las cuales se adelanta el reloj una hora el último domingo del mes de marzo y se retrasa una hora el último domingo de octubre.