SEVILLA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

Andalucía tuvo un gasto en innovación en 2006 de 1.063,5 millones de euros, lo que supone el 6,43 por ciento del total nacional, estimado en 16.533,5 millones de euros, y con una tasa de crecimiento del 15 por ciento, por debajo de la media española, situada en el 21,25 por ciento, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Según la información a la que tuvo acceso Europa Press, la región contó con un 8,2 por ciento de cifra de negocio en cuanto a productos nuevos y mejorados, por debajo de la media nacional situada en el 13,2 por ciento. Además, la región dispone de 7.429 "empresas innovadoras", alcanzado el 24,3 por ciento.

En este sentido, Andalucía es la cuarta región en cuanto a gasto en innovación, tras la Comunidad de Madrid, con un 33,9 por ciento sobre el total de gastos; Cataluña, con un 21,4 por ciento, y País Vasco, con un 9,4 por ciento.

Por su parte, las que presentaron los mayores crecimientos respecto a 2005 fueron Asturias, con 82,3 por ciento; Cantabria, 71,4 por ciento y La Rioja, 62,8 por ciento.

A nivel nacional, el gasto en actividades para la innovación tecnológica, excluida la agricultura, ascendió a 16.396 millones de euros en el año 2006, con un incremento interanual del 20,2 por ciento. Esta tasa de crecimiento es muy superior a la registrada en el año 2005, cuando se situó en el 9,2 por ciento, incluida la agricultura, el gasto en actividades para la innovación tecnológica totalizó 16.533,5 millones de euros en el año 2006.

El gasto de innovación alcanzó en 2006 el 1,8 por ciento de la cifra de negocios de las empresas con actividades para la innovación. Entre las actividades innovadoras destacaron las de I+D, interna o externa, (que representaron el 53,7 por ciento del total de gasto en actividades para la innovación) y la adquisición de maquinaria, equipo y software para innovación (31,6 por ciento).

En el análisis por sectores de actividad, las empresas de correos y telecomunicaciones representaron el mayor porcentaje del total del gasto en innovación con un 12,5 por ciento, seguidas por las empresas de fabricación de vehículos de motor con un 9,0 por ciento y las de química con un 8,4 por ciento.

El 25,3 por ciento de las empresas españolas fueron innovadoras de producto o proceso en el periodo 2004-2006. Este porcentaje se eleva al 27,5 por ciento si adicionalmente se consideran las empresas con innovaciones en curso o no exitosas.

La innovación de producto en el período 2004-2006 representó el 13,3 por ciento de las ventas de todas las empresas. Este porcentaje se reduce al 5,9 por ciento en caso de considerar los productos exclusivamente nuevos para el mercado. Por su parte, la cifra de negocios debida a productos sin alterar o ligeramente modificados significó el 86,7 por ciento del total.

En el análisis de las empresas innovadoras por rama de actividad, se observa que, en el caso del sector industrial, el 59,7 por ciento de las empresas de química y el 58,4 por ciento de las empresas de fabricación de equipo electrónico fueron innovadoras. En el sector servicios destacaron las empresas de I+D (con un 75,5 por ciento de empresas innovadoras) y las de actividades informáticas y conexas (con un 49,1 por ciento).

Un 11,8 por ciento de las empresas innovadoras o con innovaciones en curso o no exitosas (EIN) realizó cooperación en innovación en el periodo 2004-2006. La cooperación se realizó, principalmente, con proveedores (un 51,6 por ciento del total), universidades (29,9 por ciento) y clientes (26,8 por ciento).

El 9,1 por ciento de las empresas consideran que las fuentes de información internas (dentro de la empresa o grupo) son las más importantes para llevar a cabo proyectos de innovación. Por su parte, un 8,9 por ciento de las empresas considera que las fuentes de mercado tienen gran relevancia.

El 25,1 por ciento de las empresas EIN cree que las actividades innovadoras llevadas a cabo han incidido positivamente en el incremento de la calidad de los bienes o servicios. El 20,7 por ciento señala el relevante papel desempeñado por la innovación en el aumento de la capacidad de producción o prestación de servicios.