MÁLAGA, 15 May. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha solicitado una primera solución "urgente" y el posterior inicio de medidas definitivas para resolver la "gravedad del impacto ambiental" que padece el entorno de la desembocadura de río Guadalmedina por el estancamiento de agua.
Así, el primer edil ha enviado sendas cartas a la delegada de Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga, Susana Radío, y al presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde; manifestando que es "absolutamente necesario proceder a una operación de choque urgente de dragado en la zona final y mantener en el futuro operaciones de dragado periódico".
Por un lado, se dirige a la Junta porque le compete "buscar la solución adecuada" de forma definitiva "al estar transferidas las competencias en materia hidráulica" desde que recibió la extinta Confederación Hidrográfica del Sur; mientras que a la Autoridad Portuaria es a la que corresponde realizar la operación "más urgente, limpieza y dragado de tramo final", según ha informado este martes el Ayuntamiento en un comunicado.
Estas actuaciones, señala, harían posible que la puesta en marcha de nuevo de la instalación de bombeo que en los últimos años había logrado la reducción de malos olores en la zona entre los puentes del Perchel y el Carmen.
No obstante, el alcalde considera que es necesario ir más allá de una actuación de primer impacto: "Estimamos imprescindible la iniciación de los estudios hidráulicos convenientes que justificaran la posible modificación del cauce entre los puentes indicados, intentando eliminar la acumulación de agua en el mismo por elevación de la cota del terreno, es decir, transformando en secano la zona húmeda y lagunar actual".
Al parecer, la carta recoge las "reiteradas" quejas de los vecinos de la zona, las cuales son "absolutamente justificadas" según el regidor, que indica que el origen de esta situación radica "en el error cometido en el diseño hidráulico de esa desembocadura y las posteriores ampliaciones de los muelles del puerto".
"Ambas causas --continúa el escrito-- han acumulado una extraordinaria acumulación de cieno" que se deposita en el lecho final del río, procedente "casi en su totalidad" de los arrastres producidos por la limpieza de los fondos y desembalses de la Presa de El Limonero y "en menor cuantía" por los aportes de los diferentes arroyos que vierten al río aguas debajo de la presa.
A esta circunstancia se ha sumado también el efecto "negativo" de "la prolongación paulatina de los muelles de puerto en la desembocadura, reduciendo las mareas y corrientes marinas en la eliminación de esos lodos y, en consecuencia, convirtiendo el tramo final de río en un gigantesco decantador de fangos", añade.
Por último, el Ayuntamiento de Málaga sostiene que ha realizado "repetitivos y costosos" trabajos de limpieza en el tramo final del cauce, si bien "ni son suficientes ni sirven para eliminar todo el cieno acumulado, especialmente porque el fondo es de escollera e imposibilita y dificulta la utilización de maquinaria e impide la retirada total de los mismos".
Además, se pone de manifiesto que la zona del río que queda en el interior del cerramiento del puerto resulta "inaccesible", al quedar los márgenes "encajonados entre los muelles últimamente prolongados y dentro de la zona acotada del puerto".
