Vigilaban a sus objetivos durante horas y aprovechaban cuando se abría la puerta del garaje comunitario para acceder a los edificios
MÁLAGA, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional ha desarticulado en Málaga un grupo criminal especializado en la comisión de robos con fuerza en viviendas de la localidad. En el trascurso del operativo han sido detenidas cuatro personas: tres hombres de 27, 37 y 42 años y nacionalidad española y una mujer de 25 y nacionalidad colombiana como presuntas responsables de dos delitos de robo con fuerza en las cosas.
Fueron arrestados a primeras horas de la madrugada del pasado lunes en la barriada malagueña de El Cónsul después de que intentaran entras en dos viviendas.
En el operativo se han intervenido útiles empleados para forzar las cerraduras como destornilladores y llaves. Se da la circunstancia de que entre los efectos intervenidos, se encontraba una llave maestra confeccionada artesanalmente a partir de un cepillo de dientes, han precisado desde la Policía Nacional.
En los vehículos de los investigados, los agentes hallaron herramientas utilizadas para la apertura de cerraduras y puertas, en concreto destornilladores y distintas llaves, así como guantes, gorras, unas zapatillas y una mochila.
VIGILABAN DURANTE HORAS A SUS OBJETIVOS
Según las pesquisas, los detenidos se trasladaban en dos vehículos desde su lugar de residencia, en el municipio malagueño de Rincón de la Victoria y Málaga capital, hasta la zona elegida para cometer los robos en viviendas.
A su llegada estacionaban sus vehículos y seleccionaban el objetivo a pie. Normalmente aprovechaban el momento en que se abría la puerta de la cochera comunitaria para acceder al edificio escogido. Una vez en la zona común, comprobaban que los moradores de la vivienda no estaban tocando el timbre de la puerta principal. Actuaban generalmente durante la noche, aunque llegaban al lugar a media tarde y vigilaban varias horas a su objetivo hasta entrar.
En el transcurso de la investigación, los agentes confirmaron cómo dos de los arrestados hacían labores de vigilancia para detectar la presencia de la policía y de vecinos, mientras que los otros dos se encargaban de perpetrar los robos rompiendo la cerradura.
