Falta de coordinación, inseguridad de zonas y problemas de agua, principales debilidades del golf en el Mediterráneo

Actualizado: sábado, 19 abril 2008 16:22

Un informe apuesta por la creación de una marca turística que agrupe a la oferta de este segmento en toda la zona

MÁLAGA, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

La falta de coordinación en las políticas turísticas, la falta de homogeneidad de los servicios, la percepción de algunos destinos como poco seguros y los problemas de acceso al agua son algunas de las principales debilidades de la oferta de golf del Mediterráneo, según recoge el informe 'El producto turístico de golf en los países del Mediterráneo', elaborado por el Grupo GDT para el Centro Euromediterráneo de Conocimiento, Innovación y Formación Turística.

El estudio refleja también las carencias de formación, la distribución no uniforme de los campos en el conjunto del territorio, la rivalidad entre países y la falta de estandarización en la aplicación de sistemas de gestión medioambiental y de calidad.

Otras debilidades para el desarrollo de este segmento en la zona son la carencia de sistemas de tratamiento del agua, el elevado precio "en general" de los 'green fees' y los excesivos trámites y requerimientos para la apertura de nuevos campos.

En cuanto a las amenazas, el informe recogido por Europa Press se refiere a la imagen desvirtuada de los impactos del golf sobre el territorio, así como al caluroso clima en verano en determinadas zonas y a la competencia de otras zonas fuera del Mediterráneo, como Portugal o el Reino Unido.

Valora por otro lado la variedad de campos de golf, la proximidad y accesibilidad de los principales mercados emisores, el elevado nivel de reconocimiento de algunos países como destinos de golf --especialmente España y Francia--, la variedad de la oferta complementaria y la creciente concienciación en el mantenimiento de los campos de forma sostenible.

Entre las recomendaciones, el informe apuesta por establecer una marca turística 'Mediterráneo' que "englobe" a los países del entorno, algo para lo que recuerda que se puede solicitar financiación a la Unión Europea u otros organismos. También aboga por realizar un programa de sensibilización en materia turística y por fomentar el entendimiento entre culturas.

De igual modo, el estudio recuerda que deben realizarse acciones formativas en materia turística, así como estudiar la viabilidad comercial de experiencias "multiproducto o multidestino" y utilizar el golf como instrumento de atracción de inversores.

Finalmente, considera adecuado realizar acciones para animar a la población residente en cada zona a la práctica de este deporte, ya que en otros países, como Estados Unidos, el 12 por ciento de los habitantes juegan al golf, mientras que en Europa no llega al tres por ciento, por lo que el margen de crecimiento es aún muy amplio.

FRANCIA, ESPAÑA E ITALIA ACAPARAN LA OFERTA.

El informe del grupo GDT señala además que Francia, España e Italia acaparan el 92 por ciento de la oferta de campos de golf existente en el Mediterráneo, con 548, 266 y 238 instalaciones, respectivamente. Sin embargo, alerta que el producto de golf de estos tres países, consolidándose actualmente, se acerca al punto crítico, en el cual tendrán que rejuvenecer para evitar entrar en declive.

Además, en la zona se produce una "fractura" entre la ribera norte y la sur, ya que, tras estos tres estados, se colocan a mucha distancia Marruecos con 17 campos, Egipto con 12 y Turquía con nueve. De este modo, Marruecos y Egipto se encuentran en la fase de desarrollo del segmento; Eslovenia, Turquía, Túnez y Grecia en la de implicación y el resto, en diferente grado, explorando las posibilidades de esta industria.

Por mercados, los principales emisores son el británico, el alemán y, en menor medida, el francés, contabilizándose en Europa en torno a siete millones de jugadores. Estos países, junto a Irlanda, constituyen los mercados maduros del segmento, mientras que crece el interés en Holanda, Noruega, Dinamarca, Finlandia y Bélgica.

En cuanto a las motivaciones del turista de golf, el viajero busca clima, una buena relación calidad-precio, concentración y variedad de campos en la zona, oferta complementaria e infraestructura turística, comunicaciones, posibilidad de jugar en campos emblemáticos y belleza del entorno.