Familiares y amigos dan el último adiós al exalcalde Cayetano Utrera, "un hombre muy cordial y muy malagueño"

Capilla ardiente del exalcalde Cayetano Utrera
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 17 agosto 2012 19:40

MÁLAGA, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Málaga ha abierto este viernes el Salón de los Espejos para dar el último adiós a uno los hombres que han ocupado la Alcaldía, Cayetano Utrera Ravassa, que a los 77 años falleció esta pasada medianoche tras una larga enfermedad. Familiares, amigos, compañeros cofrades, deportivos y de la política han querido acercarse a la capilla ardiente instalada en la Casona del Parque y todos ellos han dicho de él que era "muy cordial y muy malagueño".

Notario y registrador de la propiedad de profesión, no sólo fue alcalde de 1970 a 1977, sino que, por ese amor a su tierra que le caracterizó siempre, estuvo unido al equipo de fútbol de la ciudad, tanto al desaparecido Club Deportivo Málaga como al Málaga CF, y, por supuesto, también a la Congregación de Mena, de la que llegó a ser hermano mayor.

El féretro con los restos mortales de Cayetano Utrera llegó sobre las 12.15 horas al Ayuntamiento, donde, flanqueado por agentes de la Policía Local con uniforme de gala, permanecerá hasta las 21.00 horas. Junto a él han estado sus familiares más allegados, entre ellos sus tres hijas, Adela, Fátima y Cayetana.

"Era un hombre muy austero, muy sencillo y muy luchador, que siempre quiso ser legionario y que no lo fue en vida, pero murió como tal porque le ha echado un pulso a la muerte muy fuerte, dando lecciones de vida, de humildad y de saber encajar todas las dificultades que le han venido con una sonrisa". Así lo ha descrito su hija Adela Utrera.

Todo ello, como ha subrayado orgullosa, "sin desfallecer"; de hecho, ha declarado que "si por él hubiera sido, habría seguido exprimiendo esta vida como lo ha hecho estos 77 años". "No ha dejado pasar una oportunidad sin aprovecharla", ha manifestado emocionada.

"Ha sido muy humano, trataba con cualquier persona, pegaba la hebra con cualquier persona porque la historia de cualquiera le parecía interesante y eso es grande", ha resaltado, destacando también la "fuerza" que ha transmitido a sus tres hijas para "seguir luchando". Y es que como él mismo les decía, "desde la aceptación tenéis media batalla ganada".

Más aún, ha afirmado que, pese a su padecimiento, "lo único que hacía es darnos las gracias por todo". "Ha sido un padre ejemplar", según su hija Adela, y, aunque tuvo unos inicios "muy difíciles", fue "un luchador, que quería a Málaga por todos los costados, le salía el malagueñismo por todos los lados".

Así, ha recordado que cuando el Málaga ascendió a Primera División "disfrutó como un niño chico". De hecho, a la capilla ardiente también ha acudido el que era entonces presidente del club blanquiazul, Fernando Puche.

También su hija ha hecho hincapié en la vinculación que "desde pequeñito" tuvo con la Congregación de Mena. Así, ha contado su etapa de cofrade "sufriente", cuando por cuestiones laborales vivía en Barcelona y no podía disfrutar de la procesión del Cristo de la Buena Muerte y de la Virgen de la Soledad: "yo le he visto llorar".

Ramón Gómez Ravassa, hermanastro de Cayetano Utrera, ha señalado que "no sólo fue el hermano mayor --siete años más grande--, sino el protector, el padrino, el instigador de fechorías, el gamberro, pero siempre protegiendo a los tres hermanos más pequeños".

"Fue siempre un romántico, muy liberal, respetuoso con todas las ideas y sobre todo muy íntimo amigo de sus amigos", ha declarado, mientras le venían a la cabeza numerosas anécdotas que ejemplifican esa descripción. "Fue una gran persona", ha concluido con rotundidad.

El alcalde, Francisco de la Torre, acompañado por la Corporación municipal, ha dicho de Cayetano Utrera que era "un malagueño muy enamorado de Málaga, un defensor de Málaga". De su faceta política, ha mencionado hechos significativos que se llevaron a cabo durante su mandato, que compartió siendo el ahora regidor presidente de la Diputación Provincial, como la creación de la Universidad de Málaga. En general, se hicieron "muchas obras de transformación".

"Era un hombre muy cordial y muy malagueño, muy enamorado de su tierra, luchador de los temas de Málaga, en los que puso mucha pasión, lo que le facilitaba el contacto con la gente", ha manifestado, agregando, en definitiva, que "fue un gran profesional que dedicó unos años de su vida a la política, al servicio de la ciudad de una manera intensa y eficaz".

Otro exregidor que ha asistido a la capilla ardiente fue su sucesor, Luis Merino, quien ha dicho de él que era "muy malagueño". "Un malagueño impresionante, con todas las virtudes y los defectos que tenemos los malagueños", ha afirmado, añadiendo que era "un liberal, un intelectual y sobre todo un hombre muy cercano y muy cálido".

De su labor como alcalde, Merino ha indicado que "todo el que ha pasado por la Alcaldía sabe lo que es sufrir y gozar en esta santa casa" y, precisamente, ha destacado que "esa obra anónima" que llevó a cabo al frente del Consistorio, durante "una época muy difícil", fue "enormemente fructífera para la ciudad". Por ello, ha declarado que "Málaga tiene una deuda con Cayetano y hoy se está pagando".

Merino ha asegurado que, como buen exalcalde, "vivió el día a día de la ciudad, los problemas actuales, hasta el último momento". "Pese a su enfermedad, estaba muy al día", ha asegurado.

El también exalcalde Pedro Aparicio ha comentado de Utrera que "fue con creces un hombre honesto". Más aún, ha reconocido que "aprendí a quererlo personalmente", ya que su padre necesitaba un notario y acudió a él y cuando supo que estaba prácticamente ciego y que le faltaba una pierna, "no dudó en venir a casa y se pasó tres horas tomando café con mi padre y charlando con él; desde entonces le quise mucho y creo que ese afecto era mutuo".

El subdelegado del Gobierno, Jorge Hernández Mollar, ha indicado que "hablar sólo del apellido Utrera es ya rememorar una saga familiar muy vinculada a la vida de Málaga". "Fue una persona que ha tenido una gran trascendencia --ha aseverado-- y que, con mucha ilusión y espíritu de trabajo y de servicio, puso su granito de arena y los cimientos para que hoy disfrutemos de una ciudad moderna, dinámica y abierta".

El delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, se ha referido a Utrera como "una persona muy implicada en la vida social de Málaga y que dedicó parte de su vida a trabajar por los asuntos públicos en una época difícil para llevar un ayuntamiento".

COFRADÍAS

Desde el mundo cofrade, el hermano mayor de la Congregación de Mena, Antonio González, que recibió, precisamente, el relevo de manos de Utrera, ha asegurado que "su huella quedará imborrable en la memoria de todos, no sólo en su etapa de máximo responsable, de 2004 a 2008, sino en toda su trayectoria anterior".

"Es una pérdida irreparable como congregante, como hermano y como amigo, ha sido un padre cofrade, un hombre con un talante muy contemporizador", ha reconocido visiblemente emocionado González.

También palabras de cariño para Utrera y su familia ha tenido el presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga, Eduardo Pastor, quien ha afirmado que su marcha es "una gran pérdida". "Desde donde estuviera siempre colaboró con el mundo cofrade y con todos los malagueños que llamaron a su puerta", ha expuesto.

Pastor ha resaltado, precisamente, que durante su etapa como alcalde en los años 70 "le tocó una pequeña crisis cofrade", con el traspaso de hombres pagados a hombres de trono; sin embargo, "con su talante siempre conciliador y siendo un gran trabajador supo sacarnos a todos adelante, al igual que ha hecho en todos los aspectos de su vida".

Cumpliendo sus deseos y los de su familia, sus restos mortales serán trasladados a la iglesia de Santo Domingo, donde, a las 21.30 horas, se celebrará una misa en el Altar Mayor. Después serán velados en la capilla del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Soledad para que ya este sábado sean incinerados en el cementerio de San Gabriel.