MÁLAGA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado este martes que actuar contra el fraude en materia de marcas y propiedad intelectual "es luchar contra el trabajo precario, contra el fraude fiscal, contra los problemas de inseguridad o conductas que causan problemas a la salud o de carácter medioambiental".
"Cuando hablamos de proteger la propiedad intelectual y actuar contra las conductas delictivas en esta materia no es sólo proteger unas concretas marcas, sino que estamos hablando de proteger la economía, el mercado laboral, la salud, el medioambiente y la seguridad", ha manifestado Grande-Marlaska, que ha participado en Málaga en la inauguración de la Conferencia de Delitos contra la Propiedad Intelectual.
En este encuentro, organizado por Europol y la Policía Nacional, bajo el patrocinio de la International AntiCounterfeiting Coalition, expertos del ámbito policial, privado e institucional abordan cuestiones como las últimas tendencias delictivas en cuanto a piratería intelectual, falsificaciones de bienes de uso cotidiano y fraudes alimentarios y de productos farmacéuticos y químicos; así como estrategias de intervención online y offline o sistemas de intercambio de información y datos.
El responsable de Interior en funciones ha considerado que "la respuesta a esta amenaza tiene que ser global" y ha apostado por "crear una comunidad internacional para luchar contra quienes no respetan la propiedad intelectual, a los creadores y a los que invierten en innovación; así como contra los que no tienen escrúpulos a la hora de generar peligros sanitarios y medioambientales".
Ha indicado que solo en España se estima que las marcas emplean a seis millones de personas y aportan anualmente al Producto Interior Bruto 420.000 millones de euros, generando 73.000 millones de euros en impuestos, con unas exportaciones que ascienden a 125.000 millones de euros.
Así, Grande-Marlaska ha manifestado que este tipo de fraudes contra la propiedad intelectual producen "pérdidas de ingresos fiscales, en la economía y en el ámbito de los puestos de trabajo"; pero también repercuten "en bienes y derechos tan importantes como la salud y la seguridad".
Al respecto, ha puesto como ejemplo el riesgo contra la salud pública "porque cuando se elaboran productos falsificados no respetan los protocolos de seguridad y sanidad"; algo que también se puede extender a otros campos como la regulación ambiental.
"Si queremos un mundo más seguro, más limpio, que respete el interés común y funcione bajo supervisión de los poderes públicos la apuesta por la propiedad intelectual debe ser firme", ha manifestado, apuntando que en la sociedad actual "el oro no está en las minas sino en las personas que tienen ideas nuevas y en quienes las respaldan".
Grande-Marlaska ha insistido en que "la coordinación es fundamental" en la lucha contra este tipo de fraudes y ha apuntado que en este caso "volvemos a ver que el crimen organizado es muy trasversal y a observar cómo la cooperación dentro de las policías de países europeos y de otros, pero también con las empresas, es relevante y sustancial".
En su intervención en la inauguración, ha incidido en que España "está firmemente comprometida en esta lucha" y en que cualquier tipo de ataque a la propiedad intelectual se considera "como una forma de delincuencia organizada y les hacemos frente con la misma contundencia con la que afrontamos cualquier amenaza de las redes internacionales contra los derechos de nuestra ciudadanía".
