ANTEQUERA (MÁLAGA), 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Andalucía y la organización agraria COAG buscarán soluciones a la problemática surgida en la recogida de aguas pluviales en las acequias y en los cultivos de la Vega de Antequera, tras las obras efectuadas en el tramo del AVE entre Antequera y Granada.
Así lo han acordado en una reunión mantenida entre los delegados del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, y el delegado territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Javier Carnero, con el secretario general de COAG, Juan Antonio García, y representantes de la Comunidad de Regantes del Río la Villa y de las asociaciones de vecinos de El Pinillo y El Arenal.
En la reunión se ha analizado la problemática que causan estas afecciones en la Vega, así como también los daños en las infraestructuras agrarias de la zona, como los caminos rurales y acequias de titularidad de los regantes, y que según manifestaron se vienen produciendo en los dos últimos años tras las obras del tramo de alta velocidad entre Antequera y Granada, ha informado la Junta a través de un comunicado.
En este sentido, Ruiz Espejo ha explicado que se ha decidido solicitar un estudio a los técnicos de la Oficina Comarcal Agraria de Antequera y de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Junta para que aporten soluciones globales y que puedan ser definitivas para esta problemática, de cara a abordar con las administraciones competentes los proyectos necesarios que lleven a su resolución, como pudiera ser con ADIF y con el Ayuntamiento de Antequera.
Por su parte, el responsable de COAG y los regantes han manifestado su preocupación por la situación generada por las obras, ya que, según afirmaron, la canalización de las aguas pluviales se está haciendo a través de las acequias de los regantes, lo que puede provocar daños en las mismas cuando se produzcan lluvias intensas e incluso posibles inundaciones en las zonas de cultivos.
Asimismo, han señalado que las soluciones que se les han ofrecido hasta ahora no han sido definitivas, porque no permiten la canalización de las aguas hacia el río de la Villa o el río Guadalhorce, que evitarían esas posibles inundaciones con unas lluvias intensas.
