MÁLAGA, 15 May. (EUROPA PRESS) -
El ex teniente alcalde de Marbella (Málaga), Pedro Román, invirtió en 2001 en una operación urbanística con el presunto cerebro del caso 'Malaya', Juan Antonio Roca; el abogado Juan German Hoffmann y el ex comisario del Cuerpo Nacional de Policía, Florencio San Agapito, por la que a Román le correspondía un 62% del total, lo que significa 3,7 millones de euros, ya que la venta final supuso unos beneficios de más de seis millones de euros.
Así lo constata en la orden de detención europea, que pesaba sobre Pedro Román y su hija, María Pilar Román --en libertad con cargos-- presente en la parte del sumario que ya no es secreta y a la que tuvo acceso a Europa Press.
De hecho, el escrito precisa que Roca "es la persona que manda en el Ayuntamiento de Marbella, lleva a cabo un convenio con los socios, que permanecen ocultos bajo una sociedad suiza Lispag AG al frente de la que se encuentran varios fiduciarios, que permite pasar de una edificabilidad de 532 metros cuadrados a 11.416 metros cuadrados, rebajando a menos de la mitad la cantidad que le correspondía al Ayuntamiento con la nueva edificabilidad".
Asimismo, la orden de detención señala que la venta final con el convenio del 90% de las participaciones de la sociedad titular de la parcela participada al 100% por Lispag "supone unos beneficios de más de seis millones de euros, de los que a Pedro Román le corresponde un 62% que percibe por medio de sociedades interpuestas como Fink 2.010, o la fundación Lare de Liechtenstein".
De igual modo, el escrito aclara que Pedro Román actúa en este negocio "representado en Lispag AG por su hija que también le representa en otros negocios ilícitos con Roca".
IMPUTADOS
Al ex comisario del Cuerpo Nacional de Policía, el juez instructor del caso 'Malaya', Miguel Ángel Torres le imputa un presunto delito de blanqueo de capitales, y actualmente está en libertad bajo fianza de 500.000.
Por su parte, Torres decretó prisión incondicional para el que fuera mano derecha de Jesús Gil y Gil, Pedro Román. La misma suerte corrió el abogado Juan German Hoffmann que permanece en prisión desde el pasado ocho de febrero por un presunto delito de blanqueo.
El presunto cerebro de la trama de corrupción marbellí, Juan Antonio Roca, permanece en prisión desde el pasado 31 de marzo de 2006, el juez le imputa los presuntos delitos de blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública, cohecho, tráfico de influencias, prevaricación como inductor, alteración de los precios en concursos y subastas públicas, malversación de caudales y contra la flora y fauna, entre otros.
